Tejido de madera, alternativa a los materiales fósiles

El proceso de producción se ha adaptado para que el tejido Pine Weave sea estable, resistente al desgaste y repelente al agua. «Hervimos las virutas de madera para obtener una masa de celulosa que se somete al proceso de lyocell, una especie de técnica de hilado con disolventes. Una vez disuelta, la pulpa de celulosa pasa a los hiladores donde se lava, se seca y se hila. Seguidamente, el hilo se teje en un tejido liso y se reviste con una mezcla de pu y cera para prolongar su vida y para que sea más duradero que los tejidos fabricados con técnica de lyocell ya existentes en el mercado», explica Johanna Mollberg, desarrolladora de productos.

La materia prima maderera procede de un bosque cultivado y certificado a las afueras de la localidad originaria de Fjällräven, Örnsköldsvik, en el norte de Suecia, y nunca de bosques vírgenes. El proceso industrial que se utiliza hoy en día para convertir la madera en celulosa no logra distinguir la madera certificada y rastreable de otras fuentes de madera. Por lo que la pasta que se usa en Pine Weave se mezcla con la cantidad total de madera que se dedica al proceso de producción de dicha pulpa. A esto se le denomina método de «balance de masa». «Aunque no sea posible la trazabilidad desde la mochila hasta el árbol en un sistema cerrado, sí contribuimos a satisfacer una creciente demanda de madera rastreable y certificada en esos proceso.s industriales», señala Mollberg.