A la peluquería entre set y set

En un espacio de la parte alta del estadio Manolo Santana con vistas privilegiadas a la arcilla, un equipo de doce estilistas, peluqueros y maquilladores atienden –entre canapés y copas de cava– a los clientes, deportistas e invitados VIP que desean retocarse el cabello mientras disfrutan del mejor tenis internacional. «Muchos jugadores suelen visitarnos antes y después de los partidos. Para algunos se ha convertido en parte de su ritual de preparación, es su momento de relax. Les ayuda mucho a despejarse», afirma Sánchez.

La quietud en el salón es tanta que incluso más de un tenista se ha quedado rendido en las cómodas butacas de cuero blanco durante los veinte minutos que dura el masaje capilar. «Llegan tan agotados después de jugar que se quedan dormidos», comenta su compañera Joana Hoyos.

Solo el año pasado, más de trescientas personas pasaron por este espacio. Entre ellos Roger Federer, que «es un cliente habitual todos los años». Esta será la primera vez que el suizo y su mujer Mirka Vavrinec no soliciten los servicios del equipo de Sánchez después de confirmar ayer que fueron padres de los gemelos Leo y Lenny .

Los que sí han dejado su cabello en manos de los peluqueros durante los primeros días del torneo son la diseñadora Helena Rohner, Claudia Rodríguez –la mujer de Manolo Santana–, la modelo sueca Helen Swedin –esposa de Luis Figo–, la presentadora Luján Argüelles, las periodistas Susanna Griso y Paloma Barrientos, entre otras.

Todavía son muchos los que se sorprenden cuando se enteran de que hay un salón de belleza con vistas a la central. Sin embargo, los profesionales de Maison Eduardo Sánchez llevan desde los orígenes del evento –cuando aún se ubicaba en el Madrid Arena– mimando las melenas de los amantes del tenis. «Nunca asocias una peluquería con un torneo, pero aquí se socializa mucho y a todos nos gusta ir guapos y bien peinados». Para ellos, no hay mejor entorno que la Caja Mágica para arreglarse el cabello.

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