Nishikori deja a Madrid sin Federer

Después de la tormenta de Grigor Dimitrov enviando a casa a Novak Djokovic precipitadamente, llegó un tsunami con ojos rasgados, modales norteamericanos y tenis sensacional. Kei Nishikori , el japonés valiente, sacó todo su arsenal desde el principio del partido y exigió más de lo que pretendía el suizo hacer en esta segunda ronda. Le movió desde el primer punto y Federer, a contracorriente, apenas pudo reaccionar. Le costó horrores mantener su saque porque Nishikori le obligó a correr de lado a lado. Además, sus errores con el revés se multiplicaron, lo que dio alas al número 14 del mundo.

Siempre un seguro al saque, Federer no encontró jamás los puntos seguros y cedió su servicio en el quinto juego, definitivo a la postre porque Nishikori no cedió el suyo. Sorpresa en la central porque el número 2 del mundo perdía una manga. Nishikori le hacía ir detrás de la pelota demasiado para el gusto del suizo, incapaz de encontrar su juego ni su tenis y forzado hasta el límite con sus errores.

No obstante, el número 2 del mundo no está ahí por casualidad y encontró por fin el ritmo en el segundo parcial. Fino y con mejor saque no dio opción a Nishikori que terminó apabullado contra las cuerdas. Se recuperaba la normalidad en la Caja Mágica, llena porque Federer es ídolo allá donde va. El 6-1 presagiaba la vuelta del suizo al partido, pero Nishikori no había dicho la última palabra. El japonés entró en la tercera manga con las ganas recuperadas y a Federer le volvieron los errores, la falta de seguridad, un saque que no le funcionó y fallos incomprensibles tanto de derecha como de revés. Cada escalón que bajaba uno lo subía el otro , completamente entregado a la causa Nishikori y con la sensación de victoria en el rostro, en el puño cerrado y con la miel en los labios de los cuartos.

Federer, alejado de la pista central en todo momento en el tercer set, volvió a ceder dos servicios, increíble en un sacador como él, pero Nishikori le había encontrado el punto a su falta de ritmo y a su incapacidad para correr detrás de la pelota. Federer dice adiós a Madrid, a defender su corona. A Nishikori le sonríe la tierra batida , protagonista del día.