Esta es (científicamente) la canción perfecta para ir a trabajar en coche

Según un estudio encargado por Ford con Spotify y la Universidad de Nueva York, la música con un ritmo propicio para conducir es la mejor. Sorprendentemente, las canciones tristes y de tono melancólico funcionan igual de bien que las composiciones más alegres.

Para esta canción, Goddard consultó a Amy Belfi, una neurocientífica cognitiva de la Universidad de Nueva York, que llevó a cabo esta nueva investigación sobre la ciencia del sonido y las emociones en movimiento. El tema resultante es un homenaje del miembro de Hot Chip a su amor por las grandes bandas sonoras al volante.

«Tuve la inspiración para crear una pieza de música disco que tiene un tono tranquilamente optimista en vez de abiertamente eufórico», ha asegurado Goddard. «Empecé a recordar ocasiones en las que volvía a casa tarde conduciendo después de haber pinchado en alguna discoteca. He tenido algunas de mis mejores experiencias musicales conduciendo, escuchando música sin interrupciones y a buen volumen».

«Quería que la canción fuese libre y transmitiese esa sensación de energía colectiva que, bien hecha, puede conseguir que quien la escucha pierda la cabeza». Goddard también ha recopilado una lista de reproducción exclusiva para Ford y Spotify, con artistas tan diversos como Gladys Knight and the Pips, Depeche Mode o Yellow Magic Orchestra

El estudio realizado por Belfi concluye que elegir la música adecuada en desplazamientos matinales puede mejorar el ánimo del conductor hasta dos horas después. Otras canciones, diseñadas para dibujar una duradera sonrisa en nuestras caras mientras vamos hacia nuestro lugar de trabajo o volvemos de él, serán las del dúo alemán de electro-dance Mat.Joe y la cantante británica NA O. Cada canción estará acompañada de un vídeo producido por VICE que mostrará la evolución de cada canción.

«Estamos emocionados de compartir los resultados de este estudio científico con los artistas para darles la oportunidad de crear algo especial», asegura Marcel Breker, ingeniero de Ford Europa.