análisis comparativo diésel/gasolina

Audi A1 ¿diésel o gasolina? Fácil...

El benjamin de los aros ofrece dos excelentes alternativas turbo, en gasolina y gasóleo, en su escalón de acceso: los 1.2 TFSI de 86 CV y 1.6 TDI, que rinde 90. El segundo, el diésel, cuesta 1.610 euros más con un andar similar y mayores ruido y vibraciones mecánicos. Como ahora veremos, el saldo a favor del más barato es claro.

e. cano

06/06/2014
Actualizado a las 13:01h.

Las cuentas claras: el Audi A1 más accesible es el 1.2 TFSI con motor turbo de gasolina, de 86 CV y 160 Nm. Parte de 16.780 euros en el nivel de partida Attraction probado (bastante «básico» por tapizados, luces y decoración interiores...), ... o bien de 17.510 con la más interesante (por funcional, cómoda, versátil...) carrocería de 5 puertas A1 Sportback . De ambos se pueden apreciar detalles en el vídeo sobre estas líneas o accediendo a esta galería de imágenes .

En diésel lo más barato es el A1 1.6 TDI de 90 CV y 230 Nm , que cuesta 18.390 euros (19.190 en Sportback). ¿Merece la pena? Pues solo a partir de los primeros 76.700 primeros km, atendiendo a los consumos oficiales (5,1 y 3,8 l/100 km, respectivamente) y al precio vigente de los carburantes, o de 94.700 km si valoramos el gasto mixto real (unos 5 litros cada 100 km recorridos el diésel y algo menos de 6 el gasolina). Son muchos: haciendo de promedio 10.000 km anuales, casi 8 años en el primer caso y 10 en el segundo antes de que el A1 1.6 TDI salga más a cuenta; casi la «vida» del coche.

Más suavidad

Además, lo bueno del TFSI (asocia, como su «rival», cambio manual de cinco marchas de tacto técnico y preciso, muy directo, aunque el segundo puede llevarlo auto secuencial S tronic de 7 relaciones todo confort y eficacia, a cambio de 20.780 euros) es que, al contar con turbo, su reprís es el del TDI que, claro, también lo lleva. Y las prestaciones son simétricas, como avala que el primero haga 180 km/h y un 0 a 100 km/h de 11,9 segundos (nada mal para un utilitario, en este caso Preium), y el segundo 182 y 11,6 en esas mediciones.

Más ventajas del gasolina: autoriza una conducción más dinámica porque escala más en el cuentavueltas («estira» más), y vibra y suena menos que el de gasóleo (sobre todo en frío), de por sí un buen motor.

Hay que recordar que, hasta la irrupción del A1, Audi no contaba con un competidor del Mini , también para arañar clientes a modelos variopintos como el Fiat 500 y el Lancia Ypsilon . Incluso al nuevo Volkswagen Beetle , a fin de cuentas urbanitas para un público que prima el factor emotivo por encima del práctico o el económico.

Como en el paradigmático Mini , el A1 puede personalizarse hasta donde alcance el bolsillo. De ahí el llamativo arco cromado en contraste con el tono de la carrocería (puede ser negro o en el mismo tono que el resto del coche), las salidas de aireación interiores de colores, llantas de distintos tipos, paquetes interiores y exteriores deportivos S Line (desde 1.950 euros), navegación o tapizado de cuero (unos 1.400 euros)... En nivel Ambition, el más completo, aporta iluminación diurna LED, pero no faros de xenón (unos 1.000 euros). Sí climatizador dual, sensores de lluvia y luces, o llantas de 16 pulgadas.

Compartida

El A1 se sustenta sobre la plataforma que aplican desde el Seat Ibiza al Skoda Fabia , pasando por el Volkswagen Polo . De ahí la suspensión delantera independiente y trasera semiindependiente (independiente en el Mini ), con cotas (longitud, batalla...) similares. Pero no hay que engañarse: la calibración del coche es exclusiva, lo que determina un excelente confort de marcha, superior al de aquellos hasta con suspensiones más firmes y neumáticos opcionales de bajo perfil instalados. Solo el eje trasero pasa por rebotón sobre mal firme o al superar los incómodos «guardas tumbados» tan habituales en muchas urbanizaciones.

Su conducción, fácil, predecible y segura, resulta cómoda, con buen grado de asistencia en la dirección, agilidad para cambiar de apoyo, buena pisada y gran frenada. El estabilizador ESP es de serie, con control de tracción ASR. También el ABS con corrector EBV.

El A1 es, de paso, un vehículo bien aislado y construido. La calidad, de hecho, es similar a la de un A3, salvo por los plásticos que recubren la parte inferior del salpicadero o las puertas, en todo caso de empaque suficiente. Frente al Mini , juega con unas plazas traseras más aprovechables (aunque 2 adultos viajarán justitos), y también con un maletero (270 litros) más capaz.

En resumen

En esta comparativa nuestra elección es clara: con los ojos cerrados nos quedamos con el A1 1.2 TFSI, impulsado por un motor que gratifica, y mucho, aun moderadamente cargado. Es ideal para un coche de sus dimensiones (3,95 metros de largo y unos 1.100 kg). Solo haciendo muchos km al año tendría sentido el diésel que, como muchos saben, resulta más gravoso ante averías, sobre todo de inyección.

Por lo demás, el A1 no deja de ser un Audi, aún cuando su plataforma, y mucha de su tecnología, es común, como decíamos, al Seat Ibiza, entre otros (o viceversa).

Frente a él, y al resto de modelos similares de la órbita Volkswagen, el de los aros aporta un plus de imagen y exclusividad sin parangón, en línea con sus rivales más estrechos, como el Mini. Y comparado con muchos de estos, el A1, que claro está no es barato, aporta mayores habitabilidad y racionalidad. Es decir, no es barato, pero sí razonablente funcional. También sensiblemente más económico que un A3 similar dentro de la marca. En fin, un capricho más o menos razonable, por cierto, altamente personalizable para, talonario a mano, configurar un coche casi sin igual.