Audi A1 Sportback TDI 90 vs. TFSI 86, mejor hacer números
En estas líneas analizamos cuándo sale más a cuenta hacerse con el caprichoso utilitario de los aros con motor de gasóleo básico o con el de gasolina más accesible. El primero rinde 90 CV, por los 86 del segundo, y gasta algo menos, pero cuesta 1.600 euros más...
Para contrarrestar la oferta urbanita más exclusiva, Audi cuenta con su gama A1 , que a diferencia de la mayoría ofrecer en perfiles de 3 y 5 puertas, éste conocido como A1 Sportback objeto de nuestro análisis en sus escalones diésel y ... gasolina más accesibles , uno y otro turbo y de inyección directa : los 1.6 TDI de 90 CV y 1.2 TFSI de 86 , respectivamente.
El A1 Sportback, que hemos tenido ocasión de probar con el llamativo y sugerente acabado Adrenalin y del que se pueden observar algunos detalles pinchando aquí , se sustenta, como el A1 de 3 puertas, sobre la plataforma que comparten (como los motores y el grueso de la tecnología aplicada) los Seat Ibiza , Skoda Fabia y Volkswagen Polo . Una base sencilla pero eficaz a base de suspensión delantera independiente y trasera semiindependiente , por contraposición al aún más efectivo esquema multibrazo posterior propio de modelos de mayor calado, pero del que también se sirve un rival directo: el Mini .
El inglés, por cierto, incluye en su oferta la variante Clubman como rival potencial del A1 Sportback, gracias a una longitud superior y a una portezuela trasera en el flanco derecho. Soluciones ajenas a otros chic, c omo los Fiat 500 y Opel Adam , aunque no al Lancia Ypsilon (sólo de 5 puertas).
Volviendo al A1 Sportback, mide menos de 4 metros de largo y se beneficia del amplio saber de la firma de los aros en materia de calidades . Puede que tenga mucho en común con el Ibiza, de por sí bien presentado, pero no se nota porque la sensación y el ambiente interior del pequeño Audi es sensacional por materiales y ajustes, de lo más Premium vaya.
Ergonómico
Al volante, orden y sentido común para dar con mandos y pulsadores, aunque justo los de los elevalunas (sobre todo en la puerta del conductor) y los de la climatización quedan retrasados y bajos, respectivamente. Eso sí, dentro de lo que cabe, porque no deja de ser un coche pequeño , acomodarse en ese entorno y dar con la posición ideal es fácil, con independencia de tallas o corpulencias. Además, la visibilidad hacia cualquier ángulo es buena.
Puestos a «sacar punta», cierto, el hueco en las plazas traseras no es particularmente amplio para las piernas a nada que retrasemos los asientos delanteros. Y el maletero , aunque en la línea de los utilitarios (segmento B), resulta justito con sólo 270 litros (en todo caso, más que en el Mini, y sube a 920 litros abatiendo los respaldos traseros).
Y aunque en gasolina no, con el TDI de 90 CV es ruidosillo hasta con el motor ya caliente, salvo si se rueda a ritmo elevado y sostenido, por ejemplo en autopista. Otro «lunar» es la dirección con los llamativos neumáticos opcionales probados (de medida 215/40 R17), pesada a coche parado, como a buen seguro «ellas» advertirán al poco de conducirlo.
Con lo justo
Tampoco podemos olvidar que la dotación de serie de estos vehículos no es como para «tirar cohetes» aún sin ser baratos: hasta las llantas de aluminio se pagan aparte (como mínimo 470 euros), como el climatizador (410 euros, aunque el aire acondicionado viene en el precio base), la navegación integrada (no baja de 1.300 euros) o el Bluetooth (unos 700 euros).
A cambio, y conforme a la moda, el A1 Sportback es altamente personalizable , con multitud de tonalides exteriores (compatibles, por ejemplo, con el techo negro que muestran las imágenes) donde elegir, juegos de ruedas, texturas internas, decoración de puertas hacia dentro y exterior más deportiva (el pack S line de las imágenes en la galería , que sale por aproximadamente 2.000 euros)... Escogiendo adecuadamente, y previo paso por caja, casi casi para no cruzarse con otro igual.
Repasemos por un momento las marcha del vehículo. Siempre fácil de llevar (minutos después de cogerlo por primera vez tendremos la percepción de llevar conduciéndolo años, todo un acierto para la mayoría), despliega una pisada más cómoda y filtrada que la de un VW Polo, que ya es un ejemplo en sí mismo. Frena bien y su cambio manual (de 5 marchas con los motores probados, aunque el diésel puede llevarlo también automático y secuencial S tronic ) resulta técnico y preciso de mover.
El A1 Sportback se inscribe con facilidad en cualquier trazado y responde con inmediatez a las insinuaciones sobre la dirección (por cierto, maniobra de cine , con un diámetro de giro inferior a 11 metros). Pero con las ruedas tan «extremas» que hemos probado es algo duro y rebotón cuando asoman baches y rotos en el suelo.
Las cuentas claras
¿Y los motores ? Bien con ambos. Para ahorrar si hacemos km, claro está, el TDI. Pero, ojo, son 1.600 euros de sobrecoste frente al 1.2 TFSI de 86 CV, de modo que completando unos 15.000 km anuales de promedio tardaremos 6 años en amortizarlo . Eso sí, en su día parece previsible que su valor de reventa sea superior. Por mantenimiento van parejos.
Hay que dejar claro que estos A1 Sportback son variantes de acceso, con una respuesta coherente y acertada para moverse por la urbe y circunvalaciones aledañas a cambio de un gasto medio real razonable (unos 5,5 l/100 km el TDI y alrededor de 6,7 el TFSI ).
Sin duda, siven para viajar al moderado ritmo que impone la normativa, valorando que sobre todo cuando lo hagamos cargados (por ejemplo, con 4 adultos a bordo y algo de equipaje) tendremos que tomárnoslo con calma al adelantar o afrontar largos y prolongados repechos, situaciones en las que tocará echar mano de un pelín de paciencia y de una ó 2 marchas menos , por mucho «turbo» que gasten nuestros protagonistas.
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