El gobierno de Carmena dejaría en el aire 7.000 millones en inversiones para Madrid

En el programa de Ahora Madrid se compromete a paralizar y analizar la operación Chamartín (que supondría una inversión de 6.000 millones de euros, 4.800 de la empresa privada); la operación Mahou-Calderón (220 millones de euros); Canalejas (500 millones); el nuevo centro comercial de Madrid Río (250 millones), y el derribo parcial del Edificio España (30 millones de euros que ingresaría el Grupo Wanda para la reforma de la Plaza de España). La suma asciende a 7.000 millones de euros de inversión que quedarían en el aire. Los promotores de la ampliación de la Castellana, Desarrollo Castellana Norte –BBVA y constructora San José– han valorado que la ciudad obtendría una rentabilidad de 253 millones de euros durante los 20 años que tardaría en ejecutarse y se generarían alrededor de 120.000 puestos de trabajo. El nuevo gobierno «ciudadano» pondría en jaque las cifras de estas actuaciones.

Carmena quiere auditar todas las cuentas, contrataciones y ventas (revirtiendo incluso las de patrimonio municipal) que se han hecho en la capital durante el gobierno del PP. El estudio que se eleve quiere someterlo a la opinión de los madrileños y actuar en consecuencia. La deuda municipal (5.936 millones de euros) plantean reestructurarla y renegociar los tipos de interés, quitas selectivas y el establecimiento de responsabilidades políticas y penales. La cabeza de lista de Ahora Madrid considera que una parte de la misma es «ilegítima». Si se demuestra, preguntarán a los ciudadanos si la abonan o no.

El equipo de la exjuez también retiraría el avance de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (aprobado en 2013) para desarrollar un nuevo planeamiento «participativo y democrático» para equilibrar los barrios y distritos. Este nuevo partido pondría la lupa en todos los contratos integrales de limpieza, basuras,.. «para analizar su legalidad y sus incumplimientos de cara a establecer una estrategia de remunicipalización de los mismos».

La lucha contra la contaminación atmosférica y acústica es uno de los puntos clave de su plan. Carmena, amante de la bicicleta, quiere dar más impulso aún a este medio de transporte extendiendo la bici pública a todos los barrios del distrito, e instalar más aparcamientos en torno a edificios públicos y bocas de metro. Estudian diseñar un carril bici en las principales calles y avenidas y habilitar vías para uso preferente de bicicletas.

Para proteger la salud y mejorar la calidad de vida, Carmena aspira a racionalizar el uso del vehículo privado motorizado. Exponen reducir la velocidad mediante la ampliación de las zonas 30 y en las grandes arterias de entrada a la capital. Quiere, además, fomentar más las Áreas de Prioridad Residencial y restaurar el orden de prioridad en la ciudad, concediendo al peatón la preferencia. Le seguiría la bicicleta, el transporte público, el taxi, la moto y el automóvil.

Ofrecerán el acceso universal a las prestaciones sanitarias y facilitarán el empadronamiento de personas sin hogar y sin papeles. En la política de vivienda, unido a la paralización de los desahucios, reducirán el número de casas vacías de grandes bancos, inmobiliarias y empresas mediante tasas y otras medidas tributarias punitivas para su alquiler social.

Carmena informó ayer de que había hablado con Antonio Carmona, el cabeza de lista del PSOE, a quien necesita para formar gobierno con el apoyo de sus 9 escaños. «No hemos hablado de pacto, nos hemos saludado con alegría y contentos», aunque auguró que será un «camino fácil a la alcaldía», «cuesta abajo», mediante acuerdos. La formación de Carmona desmintió en un comunicado tal extremo: «No ha hablado con la cabeza de lista de Ahora Madrid, Manuela Carmena, sobre posibles acuerdos de gobierno».