Aguirre planta a Aznar, Santamaría y Botella en el acto oficial de San Isidro

Ana Botella, la alcaldesa de Madrid, se despidió de manera oficiosa en este encuentro, arropada por su marido, presidente de Honor del PP, José María Aznar; la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría; el exalcalde y exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; la delegada del Gobierno, ConcepciónDancausa,... y el resto de candidatos –salvo Ángel Gabilondo (PSOE)–, entre otras personalidades. Mientras, en el patio del Palacio de Cibeles, el resto de candidatos, que venían de la pradera, aprovechaban la ocasión para lanzar sus críticas a su rival más fuerte. Carmona calificó a la expresidenta regional de «antiinstitucional»: «Hay que defender las instituciones. Estoy porque es mi Ayuntamiento. Otras le dan la espalda».

La candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena, interpretó la falta de Aguirre «un intento de desligarse del PP». «Cada uno tiene sus preferencias. Para mí es muy importante el apoyo institucional», consideró. Begoña Villacís, candidata de Ciudadanos, opinó sobre este tema: «Cuando te organizas bien, te da tiempo a hacer muchas cosas, a atender a todo el mundo y cumplir con las máximas responsabilidades posibles». También reprochó el gesto David Ortega, el portavoz de UPyD en Madrid.

«Nunca he acudido a esos actos, jamás. Siempre he ido a la misa y a la pradera. Los que no vayan a misa podrán ir», se defendió ayer Aguirre, vestida de chulapa, entre chotis, rosquillas y un baño de masas en la pradera del santo. «La excepción habría sido ir este año», añadió.

Las Medallas de Oro de la Ciudad recayeron en la Real Academia Española; Coleccionistas y Mecenas del Arte (Fundación Casa de Alba, Colección Helga Alvear, Fundación María Cristina Masaveu Peterson y Colección Abelló); Gastronomía Madrileña y el doctor Pedro Guillén García.

Botella fue la encargada de entregar los galardones para después pronunciar su discurso de despedida oficiosa, donde llamó la atención, incluso a los de su propio partido, cómo lanzaba entre líneas críticas a la compañera que quiere tomar su testigo. La presidenta del PP de Madrid ha puesto de manifiesto que pretende cambiar algunos aspectos de la ciudad, poniendo en entredicho la gestión de la actual alcaldesa y su predecesor, Gallardón. De las primeras propuestas que hizo fue asegurar que se mudaría a la Plaza de la Villa. A este punto, Botella sentenció: «Ha sido una legislatura municipal normal, esforzada, pero sin cambios ni mudanzas gratuitas que pudieran desconcertar a los madrileños».

Sonó también a reproche cuando dijo: «He procurado siempre tender puentes, unir personas y compartir proyectos. Evitar las rupturas, aunque sea en lo simbólico»; «el Ayuntamiento no ha sido instrumento de nada ni de nadie»; «no ha sido estación de paso ni trampolín». Botella se va, aseguró, cumpliendo sus objetivos. No pudo contener la emoción cuando se refirió al apoyo que le había dado su marido en esta etapa. Concluyó colocándose también una medalla: «La ciudad ya está de nuevo en marcha, antes y con más fuerza que el resto».