Semana de preguntas en el PP de Madrid, ante la Convención Nacional del fin de semana

Pero en la primera planta de Génova (sede de los populares madrileños) son muchos los que creen que esta semana puede haber novedades al respecto. Tal vez puede ser una ilusión más que una certeza, pero lo cierto es que el PP afronta a partir del viernes su Convención Nacional y Madrid ha sido la ciudad elegida para la cita. Muchos interpretan la elección como el lugar y el momento idóneo para nombrar a los candidatos al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid . Por eso esta semana va a ser una semana de nervios, cuchicheos, rumores y tensión. Mucha tensión.

«La convención sería el momento perfecto para anunciar los candidatos de Madrid; un momento en el que seremos el centro de atención de todo el mundo, que permitiría convertir el acto en una grandísima plataforma de lanzamiento para los dos elegidos», apunta un diputado regional. «Rajoy —continúa— no puede desaprovechar esta oportunidad. Todo el mundo confía en que este fin de semana se sepan ya los nombres. Es cierto que el presidente casi nunca hace las cosas cuando todo el mundo las espera, pero esto ya no puede aparcarlo mucho más. Sería un jarro de agua fría importante para los militantes madrileños si de la convención de este fin de semana saliéramos sin cabezas de lista».

Sin embargo, hay una parte del partido en la región que se muestra más escéptico, y considera que el presidente del Gobierno les hará esperar «todavía un poquito más». «Cuando se celebraron las elecciones europeas —apunta un concejal del Ayuntamiento de Madrid— Rajoy preguntó a sus asesores cuándo era el último día para poder elegir candidato. No hay que olvidarse que en ese caso, el PP celebró su primer acto de campaña sin todavía haber elegido a Arias Cañete. Espero que aquí no ocurra lo mismo, pero mucho me temo que este fin de semana no habrá noticia».

Para argumentar esta última opinión, el edil cree que la convención está diseñada para que el presidente del Gobierno acapare todo el protagonismo. «No hay que olvidar que a finales de este año también habrá elecciones generales. Rajoy necesita acaparar los focos y si se anuncia allí el nombre de los candidatos, todas las fotografías serán para ellos».

En los últimos días está empezando a difundirse la teoría de que la elección de los cabeza de cartel por Madrid se pueda anunciar a principios de la próxima semana, tras haberse celebrado la Convención Nacional.

Cuándo será el momento elegido por la dirección es la primera pregunta que se hace todo el mundo en Madrid. La segunda —y la del millón— es quiénes serán los elegidos. Y ahí se disparan todo tipo de hipótesis y teorías. Nadie en el PP de Madrid se atreve a realizar un pronóstico serio. La entrevista que concedió ayer Rajoy a la agencia Efe añadió más leña al fuego. En ella, el presidente descartó a Soraya Sáenz de Santamaría en las quinielas al manifestar que no tenía intención de hacer más remodelaciones en su Gobierno.

Por lo tanto, de todos los nombres que se han barajado en los últimos meses, sólo quedarían «vivos» los de Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes (ambas para la Alcaldía) e Ignacio González (Comunidad). La presidenta del PP de Madrid tiene a su favor el tirón que tiene en las encuestas. Parece que ella es la única capaz de movilizar a todo el electorado popular. En su contra juega las difíciles relaciones que tiene con la cúpula del partido.

Cifuentes representaría un cambio de rumbo, también reclamado por varias voces dentro del partido. La delegada ha realizado una buena labor como representante del Gobierno en la región. El partido, sin embargo, cree que su apoyo manifiesto a la República o su oposición a la nueva ley del aborto que preparaba Gallardón puede dividir a sus votantes.

Con Ignacio González como candidato que todo el mundo da por hecho en la Comunidad, no son pocos los que empiezan a ver la posibilidad de que Rajoy tenga guardado un «as» para el Ayuntamiento. Es cierto que a medida que pasan los días menos margen para la sorpresa queda, pero en Génova no se descarta un «tapa do».