universidad complutense
Agentes de seguridad y cambio de cerradura para bloquear la capilla de Geografía e Historia
Los alumnos siguen encerrados para protestar contra el traslado de la capilla
M. I. Serrano/m. Mariscal
La Universidad Complutense (UCM), ofreció ayer un nuevo emplazamiento para la capilla de la Facultad de Goegrafía e Historia . Esta segunda «alternativa» es un aula, alargada, donde cabrían entre 40 y 50 personas. Es algo más grande que la primera oferta pero los alumnos ... siguen pensando que «no es lugar digno para el culto». Por eso mantienen su protesta en la facultad.
En el Arzobispado, hasta media tarde de ayer, no tenían comunicación «oficial» del nuevo espacio ofertado para el oratorio. Lo que sí hizo el Decanato de Geografía e Historia fue poner dos agentes de seguridad a las puertas de la capilla clausurada y cambiar las cerraduras a este oratorio para impedir el acceso.
Se está a la espera de que, en breve, las autoridades académicas procedan al desmatelamiento de la capilla de Geografía e Historia para instalar en ella un aula para cien alumnos así como la ubicación del Museo de Antrología de América (que iría en donde estaba la sacristía del templo) porque el decano, Luis Otero, ha venido señalando a este periódico que su deber es dotar a la facultad de los espacios adecuados para la docencia y la investigación.
Demanda por coacción
El cierre de la capilla de Geografía e Historia ha levantado polémica desde que ABC adelanto este conflicto el pasado fin de semana. La Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC), tiene ya más de 30.000 firmas contra el cierre del templo «de siempre» de esta facultad Complutense. Las 6.000 primeras rúbricas se las llevó al decano el lunes. Ese día confirmó que presentará una demanda contra el rector de la UCM, José Carrillo, y el decano Otero por supuesta infracción del artículo 523 del Código Penal que establece la libertad religiosa.
El cambio de la cerradura que se llevó a cabo ayer incluirá, según la AEAC otro presunto delito contra la libertad religiosa: el de coacción.
El grupo de alumnos que el lunes, después de una misa de «protesta» multitudinaria, decidió acampar en el exterior de la facultad (se les negó el permiso para encerrarse dentro del templo por no haberlo solicitado en tiempo y forma), mantiene su postura. Mantendrán su postura hasta que la Complutense les ofrezca ese lugar de culto que consideren «digno» para una nueva capilla.
El decano mostró ayer a ABC otro aula para el oratorio porque, según insiste, no hay ánimo de cierre, sino de cambio de ubicación. Tampoco gusta esta segunda alternativa por «insuficiente e inadecuado».
Las siete capillas existentes en los dos campus de la UCM (repartidos entre Moncloa y Somosaguas), están ahí gracias a un acuerdo de diciembre de 1993 entre el entonces arzobispo Ángel Suquía y el rector Gustavo Villapalos. El equipo rectoral actual, dirigido por José Carrillo, asegura que dicho acuerdo ha expirado y que el traslado —que no cierre—de la capilla de Geografía e Historia se tomó en un acuerdo de la Junta de Gobierno de la facultad y que, además, era sobradamente conocido por el Arzobispado madrileño desde hacía año y medio con lo que disponía de tiempo para proceder a ese cambio de ubicación acordado por el centro universitario.
El Arzobispado disiente en casi todo. «Nunca se aceptó —decía ayer en un comunicado—, el traslado de la capilla al lugar propuesto por el decano por ser insuficiente e inadecuado». Añade que hubo negociaciones para actualizar el acuerdo bilateral pero que no se había llegado a nada concreto y que sigue a la espera de una convocatoria por parte de la facultad. Conclusión: a su juicio, el acuerdo sigue vigente. Y añade: «Proponer el traslado de la capilla en estas condiciones es lo mismo que cerrarla»
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