Guía para usar los nuevos parquímetros inteligentes de Madrid

Primer paso: tranquilo. Tiene muchos botones, sí, pero son básicos. Lo primero que hay que hacer es seleccionar si se está en zona verde o azul -lo que se ve por las rayas pintadas en el suelo cuando se aparca-, ya que los parquímetros nuevos no están diferenciados por su color, como los actuales.

Segundo paso: hay que meter el número de la matrícula del coche. Inmediatamente, el parquímetro conecta con la DGT y determina el tipo de tecnología que utiliza ese vehículo y, en función de él y del nivel de saturación de la zona, el precio a pagar. Lo que señala es el precio del tiempo máximo de aparcamiento -dos horas hasta el 1 de julio, y después hasta 4, según la zona-. El usuario deberá entonces, si quiere estar menos tiempo estacionado, reducir el tiempo pulsando una tecla con el signo «-». La máquina le marcará el precio a pagar según el tiempo elegido.

Tercer paso: Ya solo queda pagar, en efectivo, con tarjeta de crédito o tarjeta monedero, e incluso desde el móvil, a través de una aplicación. En el caso de que se pague con tarjeta de crédito, hay una ranura específica y unos botones similares a los que existen en los cajeros. Si se paga en metálico, la máquina no devuelve cambio, pero deja «almacenado» en su memoria el dinero de más que se ha pagado, y la próxima vez que se introduce el número de matrícula, recuerda que se cuenta con esa «bolsa» de dinero para gastar.

Desde el teléfono, con la App telpark , y sin realizar ningún pago previo, se puede abonar el ticket del parquímetro, o ampliar el tiempo que se ocupa una plaza -dentro de los límites legales- sin necesidad de desplazarse. También se puede utilizar esta App para pagar el aparcamiento en algunos estacionamientos públicos, Cercanías de Renfe y en breve en el aeropuerto Adolfo Suarez.