Belén Esteban se enfrenta a los espíritus y al recuerdo de Jesulín en un pueblo abandonado

Tras detenerse en un bar, donde un matrimonio le cuenta que durante una excursión captaron una imagen donde se ve a dos niños, Belén Esteban comenzó la visita al pueblo metiéndose en una tumba antropomorfa. Un primer contacto aterrador antes de pasear, acompañada por una médium, por la ermita donde se captó la imagen de los niños, aunque la Esteban no sintió nada.

El momento culminante llegó al adentrarse en la torre de Ochate. No había transcurrido medio minuto cuando una «presencia» expulsó a la colaboradora de « Sálvame » y a su acompañante. «Márchate», le instaba. Por si la experiencia no hubiera sido suficiente, la Esteban se atrevió a adentrarse en la casa donde un pastor asesinó a golpes a un compañero, al que remató de un disparo. Aquí, nuevo susto: la médium percibe una presencia en una ventana y salen corriendo.

Quizás para quitar hierro a lo sucedido, a continuación la médium hablaba a Belén sobre su relación con Jesulín. «Aunque ahora esté casado nunca ha querido a esa persona como te ha querido a ti», le explicaba, y añadía que el torero tiene muy presente a su hija. «Aunque la situación de tu hija con él es como es, la quiere mucho y se acuerda mucho de ella».

En el segundo tramo del programa, la Esteban entró en contacto con otro suceso paranormal: el caso de la «dama de blanco» que habita en un sanatorio de niños de Alicante. No hubo suerte: el espíritu no se dejó ver pero se manifiestó a través de ruidos.

La protagonista de «Los ojos de Belén» cerraba su contacto con lo esotérico con la siguiente reflexión: «La gente se complica, para qué quieren cazar voces. Esta señora no ha salido porque estaba muy a gusto».