Rituales y supersticiones para ganar el Gordo de la Lotería de Navidad

De ahí que existan rituales y supersticionesque tienen dos cosas en común: ninguno garantiza el acierto (si alguien supiera cómo hacer que le toque la lotería difícilmente compartiría el secreto) y todos tienen ya más de tradición que de creencia.

De San Pancracio a los frotes, de las piedras a no compartir, así es como se puede invocar a la mejor fortuna de cara al sorteo del 22 de diciembre.

De este ritual existen dos versiones. Por un lado, el que dice que hay que frotar el décimo que juguemos en la Lotería de Navidad sobre la tripa de una embarazada para atraer la suerte; otra versión dice que la chepa de un jorobado también logra el mismo efecto. No hay datos sobre que costumbre es más eficaz, ni sobre la eficacia -en general- de esta superstición.

Tener una imagen del santo cuyo dedo señale al interior del hogar es una tradición que atrae a la suerte. Pero no vale con comprarla: la imagen tiene que ser fruto de un regalo y, dicen, es más eficaz cuando tiene perejil y algunas monedas cerca, para que San Pancracio sepa qué suerte debe atraer ante la Lotería de Navidad. Se desconoce el origen de este ritual, pero cabe señalar que San Pancracio, según la tradición cristiana, fue un romano converso que murió decapitado a los 15 años. Pese a lo cual se le considera patrón de la suerte.

Hay quien dice que las piedras invocan energías y suertes, y que el cuarzo sería, en ese orden, una de las piedras más poderosas. Para imantar la suerte, recomiendan meter en el congelador el décimo, junto a una piedra de cuarzo, en el mismo ciclo lunar del día en que se lleva a cabo el sorteo. Es decir, 28 días antes, o 56, o… así progresivamente. Solo cuando el sorteo ha terminado se puede sacar el décimo de su gélido entorno y comprobar si la 'cuarcita' ha funcionado.

A la fortuna se llega por el egoísmo, o eso se desprende de esta tradición que dice que los décimos de lotería no se pueden regalar, porque un décimo regalado nunca resulta premiado. Aunque la historia de la Lotería de Navidad podría negar la eficacia de esta tradición, lo cierto es que sigue siendo considerada una invocación a la mejor fortuna.

En todo caso, los décimos se pueden compartir. Pero sigue estos consejos si quieres que, a la hora de hacer efectivo el premio, no tengas problema con los otros dueños.

Otras formas de invocar a la suerte tienen que ver con lo que se lleva encima, como prenderse un alfiler de la ropa o llevar, durante el mes anterior al sorteo de la Lotería de Navidad, una moneda de oro en el bolsillo. Y otras tienen que ver con el azar: la tradición dice que soñar con un toro en vísperas de la Lotería de Navidad atrae a la fortuna. Un sueño, en todo caso, tan azaroso como la propia Lotería.