La dueña de la administración de Leganés: «Ya no me muero sin dar el Gordo»

Alfonso Martínez es uno de los cinco hermanos que reparten un décimo de El Gordo. Estaba en el paro desde hacía ocho meses. «Veía el panorma negro para encontrar algo a mis 56 años». «Con el año tan malo que ha sido» , decía una de las hermanas, Dolores, llorando.

Los Martínez van a hacer un viaje juntos. «Eso sí, en vez de con el Imserso me permito el lujo de un hotel bueno», manifestaba Dolores con una sonrisa. Eugenio, el mayor de los hermanos confesaba que lo ganado iría a parar a los hijos: «La mayoría tiene su trabajo pendiente de un hilo».

Leoncio Clavero llevaba un décimo entre cinco familias. Llora porque lleva 5 años sin trabajo y su mujer tampoco. Su hija y su hijo Raúl eran los únicos que metían dinero en casa.

Intuición

Marisa Ron, la dueña de la administración de lotería número 8, estaba temblando cuando los medios han llegado a su sucursal tras conocerse la noticia. «Ayer les dije a las chicas que me llamaran. Tenía la intuición de que tocaría», comentaba.

Marisa deambulaba por su casa, dispuesta a sacar a su perrita, cuando su hijo le ha llamado para darle la noticia: «Me he puesto a llorar. Es maravilloso. Es nuestra 27 Navidad. Nosotros no llevamos nada de este número, pero nos conformamos con haber repartido a mucha gente necesitada. Ahora pido darlo también el año que viene».

Han vendido íntegramente 89 series, 356 millones de euros . «Lo único que habíamos dado había sido un primer premio de lotería. Pero esto es lo mejor», ha revelado Marisa.

Entre los afortunados están nueve matrimonios de una peña que lleva unida 40 años jugando a la Primitiva. Sus miembros, todos jubilados, tendrán que repartir dos décimos que irán a parar «a sus hijos».

A esta plaza se han acercado otros leganenses que recibirán parte de este gran premi o. Juan Luis Moreno , por parte de su suegra, quien lleva un décimo; Lucía García, otro boleto entre sus hermanos; Leoncio Clavero, también otro décimo entre cinco hermanos... Todos cuentan que tienen familiares desempleados.

La suerte de 2013 ha sorprendido este año a Leganés, un municipio obrero que hasta altas horas estará celebrando.