Lotería de Navidad 2013: Las primeras colas en Doña Manolita, en pleno mes de octubre

Quizá porque faltan más de dos meses para el sorteo o quizá, porque este año, algo ha cambiado en el ánimo de los compradores, todos aprovechan un viaje, que hay poca cola y apenas llevan encargos para familiares o amigos. La magia de Doña Manolita atrae a muchos, pero reconocen que no esperarían ni una hora de cola por comprar el décimo en una administración determinada.

«Por tradición» viene seguido de «y porque nos pillaba de paso». En nada se parece esta estampa a las costumbres españolas que, a buen seguro, se repetirán este año: noches al raso para guardar el sitio en la fila, búsquedas desesperadas de un número mágico o compradores rezagados que esperan al último suspiro antes del sorteo.

De momento, los décimos se compran de uno en uno, antes de que se formen las grandes colas y, aprovechando otro desplazamiento, se hace una pausa en la capital para cumplir con la tradición. Pero si no, tampoco pasa nada.