«Quien vea Madrid así no vuelve»

De las puertas del hotel Wellington salen Pablo Rodríguez y María Ángeles Vega . Han venido desde Ecuador para pasar unos días en la capital. «Madrid es una ciudad maravillosa que no merece dar esta imagen a los turistas», comentan a ABC . «Ayer paseamos por la plaza Mayor y el aspecto era lamentable. Todo estaba lleno de cristales, botellas, basura… Quien vea Madrid así no vuelve», dicen de forma contundente. «Afortunadamente nosotros hemos venido ya otras veces y sabemos que es una ciudad limpia. Quienes están arrojando basura se están haciendo daño a ellos mismos. Su actitud no es aceptable», concluye este matrimonio de turistas.

«Los vecinos no tienen por qué soportar que les tiren basura en la puerta de su casa» José María Carcelén , conserje de una finca de la calle Goya , asegura que «nunca había visto el barrio así de sucio». «En los ocho años que llevo trabajando aquí no he visto cosa igual. Yo comprendo las reivindicaciones de los barrenderos, pero no comparto las acciones de los piquetes. Esta semana me han vaciado papeleras en la puerta y he tenido que recogerlas yo. Los vecinos no tienen por qué soportar que les viertan basura en la puerta de su casa. Así no consiguen nada», concluye.

En un bar cercano, los trabajadores temen hacer declaraciones por si «los barrenderos toman represalias contra ellos». «No hay derecho. Por muy legítima que sea su protesta no pueden fastidiar a los ciudadanos de esta manera. No son protestas, son actos propios de salvajes o de guerrillas . Una cosa es que las papeleras rebosen basura y otra que nos la esparzan por la puerta. Así pierden la razón que puedan llevar», dicen de forma anónima.

Quien no tiene miedo a criticar estos actos es María Luisa Virgós , una vecina del distrito. «Llevo más de una década viviendo aquí y no he visto nada semejante. Es intolerable que traten así el espacio público -dice señalando el suelo, donde de madrugada los piquetes han vaciado varias bolsas de papel triturado-», comenta. «Tienen que aprender a defender sus derechos sin pisotear los de los demás», añade. «Además, hasta dónde están dispuestos a llegar… Este tipo de comportamiento puede llegar a ser peligroso para la salud», concluye.

Los comercios, indignados

A escasos metros de allí, siguiendo un reguero de papeleras llenas, se encuentra el quiosco de prensa de Miguel Rodríguez . «Si tienen un problema con sus empresas o con el Ayuntamiento que vayan a tirarle la basura a sus puertas y que nos dejen al resto trabajar tranquilos», opina. «Espero que por lo menos consigan sus objetivos porque si no solo habrán fastidiado en balde a los demás», concluye. «Por esta zona -la calle Velázquez- pasan miles de turistas al día que se van a llevar una imagen que no se corresponde con una ciudad desarrollada», dice.

En la misma línea, Sonia López -dependienta de una tienda de complementos de la calle Ayala-, tacha las acciones de los piquetes de «vandálicas». «La huelga está afectando mucho al comercio. Parece una tontería, pero si te tiran basura en la puerta de tu negocio los clientes no se paran a mirar el escaparate», explica. Su establecimiento está enfrente de varios contenedores de vidrio y cartón repletos de bolsas de basura orgánica. «Lo he observado. Llegan hasta la puerta y se cambian de acera. Es normal: huele mal. El Ayuntamiento debería hacer algo para recuperar el control. La ciudad no puede quedar en manos de los piquetes», concluye indignada por la situación.