Martiño Noriega se parapeta en Teo para exponerse en Santiago

La particularidad de sus movimientos se deriva de su condición de aspirante al cargo de primer edil en la capital, a su rol de coliderazgo en Anova de Beiras y su posible aspiración a formar parte del Parlamento gallego a partir de las próximas autonómicas. El propio Noriega no negaba el extremo y, para justificar sus posibles aspiracione, se remitía a su actual situación que «no imaginé hace unos meses», apuntó.

Las intrigas de Martiño tienen la pátina de la legitimidad que otorga el asamblearismo, pero esconden una carrera perfectamente diseñada para un político cuyos fieles le otorgan la condición de sucesor del eterno patriarca del nacionalismo gallego. Sin embargo, mientras sus acólitos lo aúpan, los excompañeros del BNG no dudan en calificarlo como un tránsfuga y los socialistas lo ven como un obstáculo adicional a sus pocas posibilidades de triunfo. De hecho la infantería de Francisco Reyes no duda en atacar directamente a la cabeza visible del rupturismo. En las redes, el candidato socialista Álvaro González, glosa la figura de Noriega:«Vivir desde los 24 años de la política, ir cambiando de partido según toque (...) e ir saltando de ayuntamiento en ayuntamiento es la perfecta definición de casta». En términos similares se expresan otros candidatos, pero ya está la secretaria de Organización del PSdeG, Pilar Cancela, para recordar que, pese a todo, los socialistas no frenarán su acceso a la alcaldía.

La falta de claridad de Noriega con respecto a sus ambiciones políticas provoca recelos cada vez más evidentes incluso en el seno de AGE. Precisamente, esa desconfianza provoca confesiones inquietantes de dirigentes de la coalición que etiquetan a AGE como «un proceso» en el que Anova de Beiras sólo es «un accidente».