«Los periódicos y las bolsas de plástico protegieron al "Códice" de la humedad»

Entre quienes han respondido este viernes a las preguntas de la abogada del ladrón confeso del manuscrito medieval están dos restauradoras que hicieron informes sobre el estado de conservación del libro tras ser recuperado. En intervenciones de apenas un minuto, han ratificado lo que se señala en sus análisis. «Los periódicos y las bolsas de plástico protegieron al "Códice" de la humedad y de los cambios de temperatura», mientras permaneció escondido en un garaje. De ahí que esta joya bibliográfica no sufriera daños durante su robo.

También ha comparecido el trabajador que instaló la cámara de vigilancia en el despacho del templo donde se encontraba la caja fuerte, tras las sospechas de que alguien sustraía dinero . Entre apreciaciones de carácter técnico sobre el funcionamiento de esta, ha señalado que el administrador del santuario le pidió que, por discreción, este aparato no constara en el albarán que presentó para poder cobrar.

Por último, la letrada de José Manuel Fernández Castiñeiras ha preguntado a varios clientes de la mujer de este sobre los trabajos de costura que les hacía y sobre la cortina tras la que se encontraba el «despacho oculto» del electricista del templo. Ninguno de estos cuatro (tres mujeres y un hombre) han aportado datos relevantes.