El Parlamento de Galicia debatirá garantizar una muerte digna para enfermos terminales

La justificación del voto afirmativo a la iniciativa socialista se ha basado en que abordaba «los cuidados paliativos adecuados». Además, según apuntó, «la ciudadanía nos está demandando calidad en la muerte y tenemos que darle respuesta a través de un consensoo ético y jurídico».

El diputado sostuvo que «la naturalidad en el proceso de la muerte y procurar paz al final de la vida deben entenderse como elementos de nuestro patrimonio institucional» y reclamó para los profesionales «toda la información y herramientas para asumir su papel con seguridad y reduciendo la conflictividad en una situación dolorosa como es la muerte».

En todo caso, Santalices afirmó con rotundidad que «nosotros queremos hablar, pero hay determinadas líneas que no vamos a traspasar». En concreto, dijo que «el concepto de eutanasia no tiene cabida para nosotros en la proposición de ley, porque el Código Penal no utiliza este término, sino que regula la situación expuesta como auxilio o inducción al suicidio».

Por su parte, la defensora de la proposición de ley socialista, Carmen Acuña, aseguró que la iniciativa «está dirigida a dotar de respeto y dignidad a las personas frente a la muerte y a aportar seguridad a los profesionales que ayudan a vivir y a morir». La responsable de Salud del PSdeG defendió el texto asegurando que es «moderno, avanzado, respetuoso con todas las creencias». Según la parlamentaria la futura norma pretende «normalizar el proceso de la muerte y hacerlo más fácil, normal, humano y digno».

También Acuña se refirió al papel de los profesionales y reclamó un derecho para la objeción de conciencia. En este sentido «deben darse todas las garantías para apartarse de esa obligación a los profesionales que así lo decidan porque si no lo quieren hacer no lo van a hacer bien hay que garantizar los derechos de todos».

El resto de grupos también sumó sus votos a favor de la tramitación de la futura ley. Durante la defensa de su posición, la diputada de AGE, Eva Solla, alertó de que en Galicia se muere de un modo u otro, con dolor o sin él y en función del profesional que tome las decisiones sobre los enfermos terminales cuando defendió, debería ser una decisión del paciente.

La nacionalista Montse Prado también respaldó la iniciativa porque «la lucha por una muerte digna es una lucha por una vida digna». La parlamentaria defendió la relevancia de tener control sobre la propia vida. Finalmente las diputadas del Grupo Mixto, Carmen Iglesias y Consuelo Martínez, mostraron su apoyo a este proyecto legislativo para garantizar a través de una norma que las personas tengan derecho a una muerte digna.

Aunque durante las intervenciones de los portavoces de los de grupos de izquierda revelaron su postura favorable a la eutanasia y entienden que esta ley puede ser el primer paso, el portavoz del PP, Miguel Santalices, fue tajante: «No estamos dispuestos a hablar de ello». Todos los grupos confían en mejorar el texto durante los meses de tramitación parlamentaria.