Feijóo arremete contra Besteiro por huir del pacto anticorrupción

El interés iba más allá del de lograr un acuerdo intramuros gallegos. De lo que se trataba era de liderar la lucha contra la corrupción desde la Comunidad, pues sería la primera en pronunciarse en estos términos en el conjunto del Estado. «Teníamos una oportunidad de dar un ejemplo al resto de España», explicó el titular autonómico al término del Consello, pero el secretario general del PSdeG «prefirió hacer lo mismo que en el resto de España» .

Por «lo mismo», Feijóo se refiere a seguir la «estrategia perfectamente calcada del PSOE» comandado por Pedro Sánchez. Es decir, al PP, ni agua. Ni incluso si los populares presentan un documento con 35 medidas donde más de la mitad pertenecen a iniciativas socialistas. «Ni siquiera se pusieron de acuerdo en acordar las propuestas que ellos mismos presentaron», afeó.

Es más, al tratar el ámbito del impulso democrático, «parecía que eso no iba con él», continuó. Y eso que, tal y como recordó Feijóo, a la misma hora de la reunión, el predecesor de Besteiro al frente de la Secretaría General del PSdeG se presentaba ante el juez para responder sobre supuestas irregularidades en el Ayuntamiento de O Carballiño durante su etapa como alcalde.

De ahí que, al ser preguntado sobre si comparecerá en el Parlamento autonómico para dar explicaciones sobre los casos de corrupción política —singularmente la «operación Zeta», uno de los requisitos exigidos por Besteiro para, después, dialogar al respecto—, el presidente de la Xunta se limitó a pedir el mismo rasero para todos los partidos. «Probablemente tendrían que comparecer todos los líderes políticos porque todos tienen causas abiertas de corrupción», recordó.

Lo que sí llevará a O Hórreo, más pronto que tarde, será la primera de esas 35 medidas ofertadas a los socialistas: acotar la financiación de los partidos a los fondos públicos y a las aportaciones de militantes y cargos. De esta forma quedarían prohibidas todas las donaciones empresariales. «Espero y deseo que todos los partidos podamos pactarlo», instó, ya que ello supondría poner a Galicia a la cabeza de España en este debate. «Me comprometí a actuar y lo voy a hacer. Con el PSdeG o sin el PSdeG», resumió.

En todo caso, esta limitación solo se podrá llevar a la práctica si existe voluntad real por parte de las formaciones, pues la financiación de los partidos depende de una ley estatal. Si finalmente no es posible un gran acuerdo, Feijóo estudiará implantarlo en el PP.

Pese a la rotunda declaración de intenciones sobre este tema, la «decepción» del jefe de San Caetano acerca de la cita mantenida un día antes era más que evidente. «Decepción porque ni propuso propuestas ni las aceptó», algo que da a entender que los socialistas «ni tienen opinión, ni propuestas, ni alternativas», arremetió sin titubeos.

De hecho, no dudó en desdeñar la propuesta-condicionante de Besteiro para huir del pacto anticorrupción: comparecer en el Parlamento. «Eso lo puede pedir cualquier diputado», criticó. Por su parte, los socialistas analizaron la reunión bajo el prisma de la «normalidad institucional», aunque reconocieron que los resultados de la charla de tres horas y media fueron escasos.

Ninguno de los temas abordados provocó un acercamiento entre los dos dirigentes políticos. La corrupción, según explicitó la secretaria de Organización socialista, Pilar Cancela, debe ser tratada en la Cámara gallega «porque no puede ser un pacto a dos bandas, sino con la ciudadanía». De hecho, y aunque las fuentes consultadas por ABC reconocen que Feijóo aceptó «algunas de las propuestas socialistas», les parece «inasumible en este momento un pacto con el PP».

Tampoco hubo fumata blanca en la renovación de los órganos estatuarios. El jefe de filas del PSdeG le trasladó que la propuesta debe ser de «conjunto» y los nombres de los candidatos deben llevarse al Parlamento. Los socialistas tienen especial interés en la renovación del consejo de la CRTVG, pero las exigencias legales impiden la modificación hasta el próximo mes de febrero.

Desde el punto de vista político, en la formación se muestran satisfechos. «Demostramos que estamos abiertos al diálogo, incluso en los momentos más difíciles», puntualizaron. Y siguiendo la estrategia federal, evitaron mostrar ante la opinión pública cualquier sintonía con los populares.

Ante la sensación de encuentro trucado por revelarse como la «crónica de una reunión fracasada», consideran que es el PP el que tiene que «actuar porque tiene la responsabilidad del Gobierno». Por su parte, el BNG calificó la escena como «antigua» y desde AGE se describe la imagen como la fotografía de un «régimen en descomposición».