Un acuerdo internacional dobla la cuota gallega de caballa respecto a la de 2013

Este acuerdo, anunciado por la Consellería do Medio Rural e do Mar, se logra horas después de lo sucedido en la tarde de ayer en las dependencias del departamento de Rosa Quintana, donde se iban a reunir dirigentes de la Xunta con los representantes de la flota del cerco , que abandonaron la sala al aparecer allí Quintana, máxima responsable de los asuntos que se iban a abordar en la reunión. Con todo, finalmente, rebajaban la tensión y se mostraban conciliadores al aceptar otra reunión con la conselleira.

Esta delegación de la flota del cerco, que obtuvo la reunión con la Xunta que quería tras la jornada de protestas del pasado martes, llegó a las dependencias de Medio Rural pasadas las 15.30 de ayer y allí tomaron asiento junto a otros representantes del sector del cerco gallego, entre los que estaban las responsables de las asociaciones de Lugo y Ribeira, dirigentes de la federación de cofradías gallegas y un portavoz de la cooperativa de armadores de Vigo, Arvi.

Poco más tarde hicieron su aparición sus interlocutores: el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; el secretario xeral do Mar, Juan Maneiro, y la conselleira del ramo, Rosa Quintana. Al entrar ésta en la sala, cuatro de los representantes de los marineros saltaron como movidos por un resorte. Los marineros del cerco exigieron disculpas públicas a Quintana, algo que ella se mostró dispuesta a ofrecer, aunque afirmó que desconocía de qué declaraciones debía retractarse.

«Lo siento mucho, conselleira, pero las cosas están como están», adujo Andrés García, de la Cofradía de Portosín, el último de los marineros que abandonó la sala, en medio de un gran despliegue mediático y a pesar de los intentos de Rueda de calmar los ánimos.

Precisamente fue el vicepresidente de la Xunta quien afirmó, después del plantón de los marineros, que «es muy difícil de entender» que si «tienen un problema y lo quieren solucionar digan que no puede estar en la reunión para buscar soluciones la persona que tiene las competencias en esa materia», es decir, la conselleira Quintana.

Ésta reiteró que el conflicto es, en esencia, una discusión «entre dos partes del sector» sobre «cómo se puede repartir mejor la cuota», algo en lo que la Xunta «no puede hacer más que de intermediaria», sobre todo si una de las partes en conflicto «no entiende esa vía del diálogo».

A pesar de todo, Quintana ratificó que el sector tiene «la mano tendida de la Administración para ayudarles a analizar los números», algo que Rueda enfatizó afirmando que la Xunta siempre estuvo «abierta al diálogo». Un diálogo al que finalmente accederán tras las disculpas de la titular do Mar.

El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, se refirió ayer a la controvertida actuación de los antidisturbios en la violenta protesta de los marineros del pasado martes, que calificó de «proporcional».

Juárez cargó especialmente contra la diputada del BNG Montse Prado, que se encaró contra los policías y recibió un porrazo en una pierna. El delegado del Gobierno afirmó que nunca dará «indicaciones a la Policía de que trate a los ciudadanos de forma diferente» y denunció «actitudes prepotentes» de algunos diputados.