La flota del cerco provoca retenciones en La Coruña tras los incidentes en Vigo

Los manifestantes bloquearon desde primera hora de la mañana el acceso a la ciudad herculina por el puente Pasaje, llegando a colapsar un carril por completo. Agentes de la policía y la guardia civil se vieron obligados a actuar dispersando a los marineros, que continuaban la protesta por las aceras de la ciudad.

Los manifestantes avanzaron hacia el puerto mientras el tráfico fue restablecido en la Avenida de Alfonso Molina tras impedir la circulación debido a una columna de humo.

Durante aproximadamente media hora, se pararon ante la Casa do Mar, donde se encuentra la Delegación de la Consellería do Mar. Allí, corearon lemas como «Queremos trabajar, no robar» o «No somos delincuentes, queremos trabajar».

A su llegada a la Delegación del Gobierno, fuertemente protegida, los marineros comenzaron a pedir la dimisión del ministro de Agricultura, Arias Cañete, así como el de la conselleira do Mar, Rosa Quintana. El armardor Juan José Blanco aseguró a los periodistas que el «problema es que no nos dejan pescar».

Blanco explicó que los pescadores vascos cuentan con más del doble de cuota de caballa, por ejemplo, que los gallegos, con 155 barcos afectados, y «quieren lo mismo para todos los españoles». «Queremos un reparto justo de cuotas», demandaron los marineros ante la Delegación del Gobierno.

Una veintena de policías antidisturbios se encontraban ante el edificio, junto a medio centenar que escoltaba a los participantes en la protesta en su marcha por las calles de La Coruña. Detrás les seguían más de una decena de coches policiales.

Durante la manifestación, los marineros lanzaron petardos e hicieron sonar sus bocinas, aunque sin que se produjese, por el momento, incidentes.

Los profesionales del cerco se quejan del reparto de las cuotas del jurel y caballa, al considerar que benefician a los marineros del País Vasco, en detrimento de los gallegos.