La Coruña tiñe sus calles de basura en la semana grande de sus fiestas
Las negociaciones entre dirección de Albada y sindicatos siguen trabadas diez días de huelga. Sin acuerdo en la cita de este martes
C. PICHEL
Está claro que las altas temperaturas, los kilos de basura acumulados en los contenedores y el clima festivo que se vive este mes en la ciudad herculina no conforman la mezcla perfecta. Y es que mientras los vecinos coruñeses se preparan para disfrutar de ... la semana grande de las fiestas de María Pita , en las calles todavía reposan los residuos, consecuencia de una huelga que hoy ya alcanza su noveno día.
Pero paradójicamente, el parón, iniciado por los trabajadores de la planta de tratamiento de basura de Nostián el pasado 29 de julio, ha afectado más a la propia recogida de los residuos, —gestionada por Cespa, una empresa diferente a la concesionaria de la planta, Albada, filial de la poderosa ACS— y por tanto a la salubridad pública, que a las instalaciones de la empresa que los trata. Estas últimas, casi sin trabajo porque esperan por una materia prima que permanece, en su gran mayoría, en las calles coruñesas. ¿Por qué? Los pinchazos en las ruedas, la rotura de lunas en los camiones o las amenazas verbales de piquetes de «encapuchados» son algunos de los problemas con los que durante estos últimos días se han encontrado los trabajadores de Cespa al recoger la basura.
Las posturas se alejan cada vez más a medida que avanzan los díasEl estancamiento en las negociaciones del nuevo convenio colectivo entre la dirección de Albada y el comité de empresa de ésta (en su gran parte conformado por personal de la CIG) no ayudan a revertir esta situación. Pese a que la semana pasada mantuvieron dos reuniones —la segunda contó con un mediador, la Axencia Galega de Arbitraxe (AGA)—, las posturas se alejaban cada vez más a medida que avanzaban las horas.
En el primer encuentro la empresa cedió en su intención de reducir el salario en un 25% , aunque se mantuvo firme en el incremento de la jornada laboral (que pasaría de 38,5 horas semanales a 42) y en su negativa a readmitir once empleados , de los cuales ocho fueron despedidos debido a un bajón anual del 10% en la producción y otros tres por cuestiones disciplinarias. Despidos que motivaron la huelga pero que, según fuentes de Albada consultadas por ABC, su readmisión no figuraba en la negociación del convenio colectivo. «La readmisión es inviable porque se trata de una adaptación a la producción de la planta» , explican, una adaptación por la que la compañía deberá reducir sus costes de explotación en un 25 por ciento para sufragar así unos números negros que viene arrastrando desde su apertura.
La empresa habla de congelación salarial y los sindicatos de un 8% de subidaCon ambas cartas sobre la mesa, comité y dirección se citaron el viernes pasado en una reunión bilateral que apenas duró diez minutos, pues mientras la compañía se presentó con una propuesta de mínimos, los sindicatos enseñaron la suya de máximos. Congelación de los salarios para este año, dijo la empresa; subida salarial del 8% entre el 2014 y el 2016, replicó el comité. Diez minutos de intercambio que terminaron en diez horas frente a la AGA, tiempo en el que no se alcanzó ningún acuerdo pero en el que sí se recocieron datos en común, hasta la fecha divergentes. Y es que el comité pasó de solicitar la readmisión de los once trabajadores despedidos a tan solo pedir la de los ocho destituidos por factores de producción y la de uno expedientado.
Enfrente, la negativa de los directivos tanto a dicha recontratación como a la subida salarial, que tachan de «inadmisible» dada la situación de crisis actual. Una petición que, de aceptarla, «supondría la desaparición de la compañía», relatan.
Atascan el acuerdo tras negociar 5 horas
Ayer nueva jornada maratoniana que termina tal y como empezó: sin acuerdo. Después de reunirse el viernes pasado más de diez horas —de hecho el encuentro se prologó hasta el sábado de madrugada—, dirección de Albada y comité de empresa se daban cita ayer en la Axencia Galega de Arbitraxe (AGA) con el objetivo de alcanzar un pacto que pusiese fin a la huelga de trabajadores de la planta de tratamiento de basura de Nostián, una situación que hoy alcanza su décimo día. Pero a l igual que en la última sesión, esta terminó con la mediadora solicitando el levantamiento y con dos posturas que, hoy por hoy, semejan irreconciliables.
La mediadora decidió levantar la sesión a las 20 horasAlbada volvió a presentar su documento de mínimos y los sindicatos, el suyo de máximos, aunque con un aviso: no cederán en las negociaciones del nuevo convenio colectivo mientras la empresa no readmita a los ocho trabajadores despedidos. Salidas que la dirección atribuye a la pérdida de producción registrada en los últimos años y que, en caso de existir recontratación, provocaría una rebaja salarial del 8% en todos los empleados . Un extremo que, según el comité, «intentaron imponer» ayer los directivos, si bien dicha disminución solo se ejecutaría si al final se readmitiese a los despedidos, pues sería la «única» forma que tendría la compañía para reducir en un 25% los costes de explotación necesarios para evitar el cierre.
Pero además, los sindicatos pusieron de nuevo sobre la mesa la subida salarial del 8% entre el 2014 y el 2016, otro de los puntos que impidieron la fructificación en las negociaciones al entender la empresa que en un contexto de crisis dicha petición es muy difícil de cumplir. Así las cosas, y tras más de cinco horas de intercambios —la reunión empezó a las 12.30 y terminó a las 20 horas (con un parón para comer entre las 14.30 y las 16.30 horas), la huelga continuará en la planta de tratamiento de residuos y, en consecuencia, en las propias calles de La Coruña.
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