No rotundo de la oposición gallega a la reducción de escaños «irrenunciable» para el PP

Este último ha vuelto a reiterar la oferta de diálogo para alcanzar un consenso en la reforma que se paralizó a finales de la legislatura pasada y que ahora se retoma con la salvedad de que esta vez «viene avalada por un mandato electoral» -se incluyó en el programa con el que los populares se presentaron a las urnas y renovaron y ampliaron su mayoría absoluta-, tal y como recordó el portavoz popular en O Hórreo.

En todo caso, y preguntado varias veces por si los populares van a llevar a cabo con o sin consenso esta reforma, Pedro Puy eludió una respuesta taxativa para apelar al «esperado consenso y lo que están dispuestos a consensuar». Con todo, son varios los dirigentes populares que han afirmado en varias ocasiones que la reforma de la Ley electoral, que incluye otras cuestiones como la duración de las campañas electorales, se llevará a cabo.

A priori, los grupos de la oposición ven en esta medida un «recorte de la democracia» o, en palabras del socialista Abel Losada, un «tic totalitarista» que atribuye al PP cuando está en el gobierno. Así, el portavoz parlamentario del PSdeG, que considera esta medida una «cortina de humo para tapar situaciones incómodas», ha puesto de manifiesto que mientras que los socialistas apuestan por reducir el número de empleados». En su réplica los socialistas apelan a reducir la masa salarial, pero entienden que bajar la cifra de parlamentarios dañaría la representatividad.

Con Losada coincidía el diputado de AGE Xabier Ron, cuyo grupo es partidario de que se «mantenga el número de diputados» reduciendo gastos pero «sin necesidad de desmembrar y romper la pluralidad». Al contrario, aboga por una «proporcionalidad mayor». En cuanto al BNG, la viceportavoz del grupo, Ana Pontón, ha señalado que su formación «no está por dar el debate en los términos que plantea el PP», porque «es un recorte a la democracia y muy demagógico».