Orban sale al rescate

Encontró Vitolo la vía para diseñar un pase en profundidad genial para Bacca y que la posterior asistencia del colombiano la aprovechase Aleix Vidal para dar ventaja al Sevilla a un minuto del descanso. El primer remate del sevillista lo repelió Diego Alves, pero el portero brasileño no pudo con la réplica del mismo Vidal. De fondo, fue la única conexión bien acabada de los de Emery en todo el primer tiempo, que por merecimiento tuvo que teñirse con el tono naranja valenciano. Pero, siendo obvio, el negociado va de goles anotados y no de lo justo o no en cuanto a lo hecho sobre el césped.

Con el primer duelo liguero, llegó la ocasión para que se viese en un encuentro oficial la propuesta de Nuno y su Valencia. Equipo intenso. Bien armado de atrás hacia adelante. Que por lo general supo mantener las líneas juntas. Que pretendió recuperar balones muy cerca del área rival. Presionar arriba y jugar a la contra.

Así, a los ocho minutos, tuvo el Valencia su gran ocasión. Recuperación. Contra guiada por Paco Alcácer que habilitó a Piatti para el remate final: cruzado en el cara a cara con Beto. El meta luso se quedó de piedra y el balón besó su palo derecho y luego lo hizo en el izquierdo, pero sin premio para los valencianistas. Ocho minutos más tarde, Barbosa sustituyó a Beto por lesión.

Bien plantado el conjunto de Nuno, sujeto a esos parámetros mencionados -Barragán tuvo problemas a sus espaldas-, desmontó cualquier plan de ataque sevillista. El error visitante estuvo en la resolución de las contras y en el exceso de manejo individual de Rodrigo y Piatti. Pero lo dicho, con las escalerillas de los vestuarios preparadas, Vitolo ingenio el pase, Bacca la asistencia y Aleix Vidal el gol.

El Sevilla regresó con más temple. Decidió intentar meter al Valencia en su sector del campo. Alejarlo de esas recuperaciones y de las contras. Y le salió bien la estrategia en los primeros compases. A los de Nuno Espírito Santo les faltó calma y capacidad para desquitarse, ahora, de la presión andaluza, que flirteó seriamente con ampliar su ventaja. Especialmente sufrió el cuadro visitante con las profundizaciones de Bacca por el costado de Barragán.

Aún se le complicó más el asunto a los valencianistas (al menos hubiese sido lógico) superada la hora de partido. De Paul sustituyó a Paco Alcácer, desaparecido, en el 66. Con un minuto en el campo, el argentino soltó el brazo y dio con el codo en la ceja a Aleix Vidal. Roja para De Paul y los de Nuno con uno menos. Lo que pudo ser un traspiés clave para los visitantes, se proyectó hacia un despertar valencianista. Nada de conformismo, claro.

La perseverancia que nació tuvo su premio. Y lo firmó otro de los que se estrenaba. Lucas Orban, central argentino procedente del Girondins, apareció en escena a ocho minutos del final y con el pecho resolvió su remate tras un chut de Feghouli para empatar la historia.