Arte con vistas en el MNAC
El Museo Nacional de Arte de Cataluña abre sus terrazas para ofrecer una vista panorámica inédita hasta ahora
Arte con vistas en el MNAC
Las terrazas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) se engalanan para recibir a la gente más curiosa que quiera admirar las vistas de 360º de la Ciudad Condal. El visitante puede descubrir la Fundación Miró, el Estadio Olímpico, la Torre Calatrava y el ... Palacete Albéniz como vecinos más próximos por la parte trasera y alucinar con la belleza del Tibidabo, la Sierra de Collcerola y las montañas del Ordal combinada con los iconos de la ciudad como la Sagrada Familia, la Torre Agbar o el Hotel Arts.
El director del MNAC, Pepe Serra, cree que la apertura de estas terrazas «permite contemplar una vista panorámica hasta ahora inédita de la ciudad». Y añade que desde esta altura se aprecia muy bien lo que fue la Exposición de 1929 en la que el edificio del actual Museo Nacional de Arte de Catalunya fue parte integrante.
En la carrera de incrementar visitas y ofrecer nuevos servicios al público, el MNAC abre una azotea con 1.200 metros cuadrados. Lo que significa que es un nuevo escenario para organizar eventos privados o del propio museo.
«Por ahora queremos probar con el alquiler a empresas privadas pero la idea es programar conciertos, visitas guiadas, zona de recreo con algún servicio de restauración, etc», comenta Serra que está convencido que poco a poco se convertirá en un lugar de referencia. Otra de las propuestas que tardará unos meses en hacerse realidad es la colocación de algunas estatuas del propio museo en las azoteas para prolongar la propuesta cultural. «Hemos hecho un acceso directo a la terraza desde la calle y hemos construido todos los servicios necesarios para organizar eventos sin tener que circular por el museo», concreta Serra.
La visita a las terrazas está incluida en la entrada general pero también hay una entrada exclusiva para la azotea que será de 3 euros por persona pero que por ahora es de 3 euros para dos visitantes. El recorrido incluye unos paneles informativos donde se ubica sobre una foto panorámica el nombre de los lugares más conocidos como la Font Màgica.
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