Amalia Lafuente:«La novela médica debe plantear dilemas éticos»
Catedrática de Farmacología y escritora, aborda el auge de la cirugía estética en «Terapia de riesgo»
sergi doria
La catedrática Amalia Lafuente sabe de lo que habla en sus novelas médicas, género tan cultivado en el mundo anglosajón —ahí tenemos a Robin Cook y Michael Crichton— como poco habitual por estos pagos. Su padre fue un pionero de la cirugía estética en la ... España de los cincuenta. Tiempos, explica, "en los que la consulta se hacía en casa y que viví en mi infancia. Con mis hermanas nos entreteníamos preparando gasas y poniendo polvos de talco a los guantes, antes de la esterilización, para las curas del día siguiente".
El auge de la cirugía estética sitúa "Terapia de riesgo" (Plaza & Janés/ Proa), en un moderno centro sanitario. Financiado por una fundación rusa, simultanea tres usos: hospital público, clínica privada y laboratorio de investigación. A través de la protagonista, una doctora que acaba de atravesar una depresión y que sigue a su marido, fichado por la Fundación Sokolov que financia el nuevo hospital, Lafuente se pregunta quién controla a los investigadores médicos, a partir de la desaparición de un técnico de laboratorio.
Si en su debut literario, "Código genético", criticaba la endogamia en el mundo científico que falsea los resultados de sus investigaciones, ahora denuncia unos procedimientos sanitarios dominados por los intereses económicos. La novela médica, subraya Lafuente, "debe plantear dilemas éticos".
Gracias a su experiencia profesional y el asesoramiento de María Blasco, directora del CNIO y relevante investigadora en telomerasa, la enzima de la eterna juventud; o de Elena Casacuberta, que trabaja con agentes metiladores en el CSIC, la autora de "Terapia de riesgo" destaca las nuevas tendencias de la biología molecular y las terapias contra el envejecimiento: "¿De qué sirve una imagen o una piel juvenil si el organismo está deteriorado?", se pregunta.
Los directores de la política sanitaria han constatado que alargar la vida es alargar la enfermedad: De lo que se trata, añade, «es de envejecer con calidad de vida y eso puede conseguirse con la telomerasa y las células madre». Información científica aparte, lo importante para Lafuente es la verosimilitud en la descripción del «día a día» hospitalario y la forma de expresarse del personal. «En este aspecto, las series televisivas están muy bien documentadas».
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