La Diada desata las hostilidades entre oficialistas y catalanistas del PSC

Cuando el pasado mes de julio el Consejo Nacional del PSC avaló por unanimidad la propuesta de reforma federal formulada por el PSOE en la reunión de Granada, se interpretó que el partido entraba en una fase de distensión entre el sector catalanista y el oficialista y mayoritario liderado por Pere Navarro. Todo era aparente, y el descontento entre los catalanistas del PSC, que ven como tras una fase de aparente apatía Navarro comienza a mostrarse más tajante con las salidas de tono, empieza a aflorar.

La crisis larvada vuelve a mostrarse en toda su crudeza, una división que la proximidad de la Diada, y el papel que jugará en ella el PSC, no hacen más que acrecentar. Los ex consejeros Joaquim Nadal y Montserrat Tura, retirados de la primera línea política pero que siguen siendo junto a Marina Geli las voces más destacadas de esta corriente, lo expresaron ayer en sendos artículos.

En un escrito en «El Periódico», Tura lamentó que en las últimas semanas se haya «invitado» a abandonar el partido «a quienes no coincidimos con el primer secretario», denunciando la «intransigencia» de una dirección, aseguró, que dijo no respeta a los discrepantes: «Es un partido que ha reclamado la emancipación nacional y que ahora, en algunos de sus gestos, no reconozco y en el que a veces me cuesta reconocerme a mí».

Por su parte, en un artículo en «El Punt Avui» Nadal cargó contra la «tibieza» que han mostrado los socialistas en algunos debates recientes, denunciando también que no se ha sabido «reaccionar» ante la evolución soberanista de la sociedad. La reacción de los exconsejeros llega después de que el propio Navarro cargase esta semana contra aquellos que caen en la «tentación del soberanismo», en alusión al concurso de Nadal en un foro soberanista en Girona.

Ayer mismo, el primer secretario, reclamaba «unidad» al partido frente a las posturas discrepantes. En la misma línea, y dentro del oficialismo en el PSC, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, defendía en respuesta a Nadal que la posición del partido sobre la consulta «no es tímida ni tibia sino muy clara» .