Rivero aprovecha el vertido de Agüimes para su campaña personal antipetrolera

El presidente del gobierno regional igualó crudo y alquitrán («piche») para decir que lo sucedido en este municipio de Gran Canaria es una «pequeña muestra» de lo que podría ocurrir en un accidente derivado de las prospecciones petrolíferas que llevará a cabo Repsol en el último trimestre de este año, autorizadas por el Ministerio de Industria que capitanea José Manuel Soria.

Siempre en la misma clave política, Rivero apuntó también al Gobierno de España para criticar una presunta dejadez en los controles, aun pese a que se desconoce las causas y el origen del vertido detectado el miércoles. El jefe del ejecutivo canario, así, reflexionó en su cuenta de la red social Twitter acerca de que «se evidencia que algo no funciona en el control que el Estado debe ejercer sobre los buques que pasan» por aguas cercanas al Archipiélago, según dijo.

Rivero apareció la mañana del jueves en la playa de El Cabrón, lugar donde se registraban las labores de limpieza, junto con la consejera insular del PSOE Isabel Guerra, lugar en el que fueron recibidos por el alcalde de Agüimes, Antonio Morales, un activo aliado del «lobby» de las energías renovables y el «no» a los hidrocarburos.

La posición de los expertos, sin embargo, apunta en otro sentido a la hora de analizar lo sucedido en Agüimes. El capitán marítimo de Las Palmas, Pedro Mederos, insistió en que por el momento se desconoce el origen del vertido —«no tenemos ni idea», reconoció—, aunque todo apunta a que no se ha producido debido a la limpieza de sentinas de un barco, una práctica prohibida por la legislación, pero todavía frecuente en el mar. «Es una posibilidad que en este caso parece extremadamente remota, porque el fuel es bastante limpio, con una trayectoria marina muy corta», dijo Mederos a la agencia Efe.

Además, dijo que el vertido es de poco cantidad de fuel, que solo afecta a una franja de 100 metros y que los daños causados son «mínimos», salvo que se amplifiquen si no se utilizan los medios adecuados de limpieza. Desmintió, asimismo, las versiones que hablaban de hasta un kilómetro de terreno afectado.

En realidad, ha sido de «unos pocos litros» y afecta a «unos 100 metros de costa muy localizados y unas pequeñas manchas, alejadas unos 200 o 300 metros hacia el norte y hacia el sur, pero la zona importante son 100 metros», puntualizó.

«Es un vertido bastante leve de pocos litros de fuel, en una zona muy localizada de la costa», que en ningún caso afecta a un kilómetro de litoral, tal como se ha asegurado. «Un kilómetro me parece una cosa absolutamente exagerada, fuera de lugar», añadió. El capitán marítimo de la provincia explicó, además, que «los barcos no descargan fuel limpio, porque cuesta muchísimo dinero, no es producto de descarga de las mezclas oleosas de sentinas».

La Capitanía Marítima de Las Palmas, que tiene las competencias para investigar el incidente, baraja todas las hipótesis, como que pueda proceder de un barco que haya perdido combustible debido a una avería en la estructura.

El derrame también podría tener su origen en una operación de suministro de combustible a algún buque, «algo muy poco probable», según Mederos, pues esas operaciones se producen en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, varios kilómetros al norte de la zona afectada.