DESDE MI ESCAÑO
La guanchancha
Este cuerpo nunca debió ver la luz, básicamente por una cuestión de funcionalidad
¡Ya era hora! Por fin sabemos los contribuyentes canarios para qué sirve la Policía Canaria. Sí, para apoyar en Twitter a Coalición Canaria. Este cuerpo, creado ex profeso y ad hoc por Paulino Rivero Baute, ya tiene definidas sus competencias: ser los palmeros «on line» del régimen nacionalista. No están para defender a los ciudadanos, sino para proteger a sus mentores políticos, y al resto de fuerzas, sencillamente, que se aguanten. Lo gracioso del caso es que el mantenimiento de este cuerpo policial corre a cargo de todos los canarios, así sean de CC, PSOE, PP, IU, CCN o directamente no tengan una filiación política. La historia la conocerán todos ustedes, en el transcurso del Debate sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria, el Twitter oficial de la Policía Canaria, que habitualmente informa sobre convocatorias, cursos y una serie de noticias de relevancia, pero siempre desde un tono neutro, como corresponde a una institución, empezó a hacer «retuits» (que es una forma de apoyar o de estar a favor) de los mensajes que salían desde la cuenta oficial de Coalición Canaria en contra de las propuestas del PP de acabar con este cuerpo y que sus miembros se integren dentro de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, entre otras razones porque la Policía Canaria no tiene competencias asignadas más allá que las de llevar al señor presidente de un lado para otro a modo de escolta o de vigilancia en los edificios públicos.
Evidentemente, esta pelea de patio de vecindad (es lo que tienen las redes sociales, que al final todo se convierte en un alud de declaraciones y contradeclaraciones) ha tenido sus consecuencias, y de la cuenta oficial de la Policía Canaria fueron retirados los «retuits» que se hicieron de los «tuits» de Coalición Canaria, aunque ya el escándalo estaba montado y no tenía demasiado sentido ocultar la evidencia, más que nada porque cualquier avezado periodista haría inmediatamente un pantallazo del asunto (como así fue, por ejemplo, en el caso de la edición canaria de ABC).
Desde luego, ya en tono más serio, que la Policía Canaria haya acabado para estos fines tan poco decorosos deja sentado bien a las claras que su creación era un pago político, una extraña mezcla o intercambio de cromos entre Madrid y Canarias, entre Rivero y el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Este cuerpo nunca debió ver la luz, básicamente por una cuestión de funcionalidad: tiene menos competencias que los agentes de cualquier Policía Local. La de El Tanque o la de La Aldea de San Nicolás tienen muchas más labores que hacer que cualquier agente de este cuerpo regional, que, con buen criterio, algunos bautizaron como «la guanchancha». Nunca nadie estuvo más acertado a la hora de elegir nombrete.
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