El «secuestro» de obras de arte abre un nuevo litigio entre Aragón y Cataluña

Aragón lleva años luchando por la devolución de una gran cantidad de piezas artísticas que considera expoliadas por Cataluña. Es el caso de los denominados «bienes de la Franja» —un centenar de piezas de parroquias de la Diócesis de Barbastro-Monzón (Huesca)—, pero también de un valioso fondo artístico de las localidades de Peralta de Alcofea, Berbegal y Villanueva de Sijena.

Larga lista de litigios

Estos tres ayuntamientos mantienen su particular batalla para reclamar todas esas piezas que permanecen igualmente en el MNAC barcelonés. Recientemente anunciaron una campaña para afear ante a la Unesco y a los principales museos del mundo este comportamiento de las autoridades catalanas. El abogado que defiende a estos ayuntamientos, Jorge Español, ha denunciado que «el Museo Nacional de Arte de Cataluña no es tal museo, sino una cárcel de cuadros y retablos y debe ser condenada no solo desde el punto de vista nacional, sino internacional».

Retenidas «en depósito»

Y a todos estos litigios se añade el de las pinturas murales de la sala capitular del Monasterio de Sijena. En la página web del MNAC se informa de estas pinturas como bienes «en depósito» desde 1940 . Pero quien es el propietario y supuestamente las depositó, la congregación de religiosas sanjuanistas, quiere que regresen al lugar originario, al Monasterio de Sijena , en la provincia de Huesca. Sin embargo, la reclamación se topa desde con el mismo muro: la negativa catalana , incluso cuando hay —como es el caso de los «bienes de la Franja»— sentencias firmes que dan la razón a Aragón y obligan a devolver dichas piezas. Los litigios se encadenan, los frentes abiertos se multiplican.

En el caso del Monasterio de Sijena la reclamación la lidera desde hace meses el propio Gobierno aragonés, porque la Orden de San Juan de Jerusalén —propietaria del Real Monasterio de Sijena y, por tanto, también de los bienes que fueron expoliados en 1936—. El pasado junio, esta orden religiosa le cedió al Ejecutivo aragonés los derechos procesales para reclamar la devolución de estas pinturas a las autoridades catalanas.

Ultimátum ignorado

El 29 de agosto, el Gobierno que preside Luisa Fernanda Rudi acordó oficialmente iniciar el proceso de reclamación. Como primer paso, con una carta en la que, a modo de ultimátum, se exigía al MNAC (que depende de la Generalitat) la devolución de dichos murales para poder reintegrarlos al monasterio del que formaban parte. La carta daba un mes de plazo a las autoridades catalanas para contestar dicha petición, advirtiendo que de lo contrario emprenderían acciones judiciales para hacer valer los derechos de Aragón. La carta fue enviada el 2 de septiembre. Ha pasado el mes, pero el Gobierno aragonés lo único que ha obtenido es el silencio por respuesta.

Fuentes de la Consejería aragonesa de Cultura han confirmado que no se ha recibido carta de contestación. Así que, en cumplimiento de lo acordado por el Consejo de Gobierno de Rudi, sus servicios jurídicos ya pueden ir preparando la batalla judicial por este contencioso. Uno más que se suma a la larga lista de litigios entre Aragón y la Generalitat por el arte «secuestrado» en Cataluña.