LA FONTANA DE ORO
Equidistancias Duran Lleida
Si desea recuperar la centralidad para CiU, sea valiente y diga dónde está ahora mismo el partido de Pujol
Félix Madero
De todos los profesionales de la política en España, el más desconcertante para quien escribe es Josep A. Duran Lleida. En realidad no sé muy bien lo que es, y es probable que él tampoco lo sepa, víctima como es de una bipolaridad política y ... oportunista según hable en Madrid o, como el sábado, en Llofriu. Ahora anuncia la creación de una plataforma que estará lista después del 9 de noviembre, el día marcado para la consulta independentista, agrupación a la que él pertenece por derecho propio por mucho que estire las palabras. Imposible hacer más trampas: apoya la consulta, pero que sea legal. Podría decirlo así: no apoyo la consulta porque es ilegal. Pero eso cuesta, ya lo creo que cuesta, ¿eh, señor Duran? Como la plataforma, según informa el mismo Duran, tiene como objeto recuperar la centralidad perdida por CiU, hubiera estado bien que naciera antes de la fecha de la consulta, pero no, acaso eso sea mucho riesgo y obligue a Duran a definirse y explicarse, cosa que no hace ni en Madrid ni en Barcelona. Y a lo que veo tampoco en Llofriu, adonde se fue a comer unos fiambres catalanes en compañía del exministro italiano Enrico Letta.
Veamos, señor Duran Lleida, si CiU ha perdido el centro, ¿sería tan amable, oportuno y valiente de decirnos dónde está en este momento? ¿En la periferia, en el independentismo radical y siniestro, en manos de los republicanos de ERC? ¿Dónde está el partido del que usted es portavoz en el Congreso? En la centralidad, en ese territorio tan cómodo como impreciso que reclama, desde luego que no. Resulta inaudita la forma en la que Duran pretende hacernos comulgar con ruedas de molino. O sea, apoya la consulta, que es –como él sabe pero no afirma– ilegal a todas luces, y desde ahí, desde las tesis más radicales, reclama la necesidad de volver al centro. Lo único que entiendo bien es su anuncio de que pase lo que pase no dejará nunca de militar en Unión Democrática, lo que me creo sin mucho esfuerzo porque si UDC deja el paraguas de CiU se queda fuera de la centralidad, la orilla o el estrambote político. En el paro, vamos. ¿De verdad es de centro apoyar una convocatoria ilegal que terminará por perjudicar más que nadie a los propios catalanes? Lo sabe, pero calla.
Ayer, en una interesantísima entrevista que Alfonso Armada hizo al director del Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa decía que la reforma de los partidos debería vincularse a un proyecto de ejemplaridad de la vida política. Es una pena que algo tan sencillo de argumentar sea tan complicado de cumplir. La falta de claridad de la mayor parte de nuestra dirigencia es otra forma de corrupción, y de paso una manera nada sutil de llamar imbécil al ciudadano. Saben, pero callan. A Duran se le ve el cartón, tanto que agota su equidistancia, su falta de valentía política y la falsedad con que argumenta ideas que no terminan en nada. La plataforma que anuncia es su última ocurrencia. Y, la verdad, ya cansa. Mucho.
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