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EL RECUADRO

Plata y bronce

Soñaba que en el balcón de Palacio se iba a producir una portada de ABC: la imagen viva de la continuidad de la Corona

Antonio Burgos

Pues tan acarajotados no debíamos de andar. A veces los sueños se hacen realidad. Creía que estaba acarajotado cuando el otro día, en esta España que parece que siente vergüenza de ser Reino, soñaba que en la proclamación de Su Majestad el Rey Don Felipe ... VI iba a haber un coche descubierto por las calles de Madrid, rodeado por la Caballería de la Guardia Real, con la banda montada por delante, haciendo sonar como una hispánica oda jubilosa de Rubén Darío con sus clarines. Puesto a soñar, soñaba que había un desfile de la tropa de gala con escuadra de gastadores, bandera, banda, música y todos sus avíos. Y soñaba, qué acarajotamiento más grande, en una capital de balcones colgados con los escaparates de los comercios engalanados con retratos de los Reyes al británico modo, que en esto del orgullo de Institución Monárquica, lo siento, pero los que nos tienen arrebatado el Peñón nos dan sopas con hondas de la plata quieta de la bahía de Algeciras. Y puesto a soñar, soñaba que tras la Proclamación del Heredero, en el balcón de Palacio se iba a producir no sólo una estampa histórica, sino una portada de ABC: la imagen viva de la continuidad en la normalidad y la estabilidad que asegura la Corona. Soñaba una fotografía en la que, teniendo además en la memoria al Conde de Barcelona y a Doña María, habrían de aparecer en ese balcón, ante el pueblo al que devolvieron las libertades y la democracia, las tres generaciones de la Real Familia que garantizan la propia esencia de la Institución, cual es la continuidad dinástica. A saber: Don Juan Carlos y Doña Sofía, Don Felipe y Doña Letizia y la que el desde el jueves será la Princesa de Asturias, una alumna del colegio Los Rosales que se llama Doña Leonor de Borbón. (Inciso bien despachado con cuarto y mitad de nostalgia: de Las Jarillas a Los Rosales median todos los sufrimiento que aquel niño Juanito hubo de pasar para que se hiciera realidad el deseo de su augusto padre, que España tuviera un monarca que fuera Rey de todos los españoles).

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