VIDAS EJEMPLARES

De Lituania a Chile

En dos años ha estado en Tiflis, Santiago, Tokio, Río… Todo por la patria

A priori, poco parece haber en común entre Tiflis, la capital de Georgia, allá en el Cáucaso, y Santiago de Chile, al otro lado del mundo. Pero algo hermana a las dos ciudades: en ambas ha estado en los dos últimos años Josep Antoni Duran ... i Lleida, en calidad de presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso.

El señor Duran, que cumplirá 62 años el próximo mes, ocupa tan exigente cargo desde hace ya una década. Resulta encomiable que no se haya planteado renunciar tras tan dilatado desempeño, pues no se trata de ninguna bicoca. Sabido es que nada reconforta más a Duran que poder servir a España y con su alta diplomacia presta espectaculares servicios a la nación que le paga. En marzo del 2012 lo teníamos en Copenhague. En mayo, en Tiflis, invitado por el Parlamento de Georgia, sin duda ávido por aprovechar las enseñanzas del líder de Unió, partido condenado en firme por financiación ilegal (Duran había prometido dimitir si eso sucedía, pero su acreditado sentido de hombre de Estado lo llevó a sacrificarse y aparcar las zarandajas éticas para poder seguir contribuyendo al bien común).

En junio del 2012, Duran voló a Chile. El objetivo, según reza en el programa, eran «entrevistas con autoridades del país». En enero del 2013, otra vez a Chile, esta vez para la importante Asamblea Interparlamentaria Euro-Latina. En mayo nuestro embajador planetario acudió a Tokio. De nuevo para unas fructíferas «entrevistas con autoridades del país». En junio tocó Brasil. Se fue solo a Sao Paulo y Río. En efecto, lo han adivinado: el objeto del viaje eran «Reuniones con autoridades del país».

Nueva York resulta encantador en otoño. Y allá se fue Duran del 8 al 11 de octubre del 2013. Pero no hubo lugar para el turismo, no. El presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso se fajó duro, junto a otros cuatro diputados, en «reuniones con autoridades del país». En noviembre hubo menos glamour: Vilna (Lituania). Luego, en diciembre, Roma, donde cerró el año con un Foro de Diálogo Italia-España. Para estrenar el 2014 –y tiene su mérito, porque sobrevolar los Andes no es plato de gusto– Duran volvió por tercera vez a Santiago de Chile; esta vez como líder de Unió. Cruzó medio planeta para meditar en un congreso sobre «La vigencia del mito cristiano». Como la agencia de viajes del Congreso debe de estar aún calentando motores, el pasado día 8 viajó a Jordania, en calidad de presidente del Grupo de CiU.

Huelga decir que todos estos viajes se han sustanciado en beneficiosas inversiones para España y relevantes acuerdos. Por eso me congratulo de pagar con mis impuestos la gira mundial de Duran i Lleida y me parece anecdótico y estupendo que acuda a las manifas independentistas hasta con una pierna escayolada, que sea socio de un gobernante sedicioso que quiere finiquitar el Estado más antiguo de Europa, que apoye la consulta soberanista a pies juntillas y que a la hora de la verdad no se desmarque un ápice del pulso ilegal al Estado democrático. Estimo que Duran es un excelente embajador de España, pues no alberga doblez, que merece toda nuestra confianza y que el Gobierno muestra una gran perspicacia política al considerarlo como un puente para salvar el atolladero catalán.

De Lituania a Chile

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