Zelenski, al Grupo de Contacto: «¿Pueden enviar los Leopard o no? Entonces, ¡entréguenlos!»

Estados Unidos es el país que mayor aportación de ayuda militar ha enviado a Kiev y de cara a esta reunión ha anunciado la entrega de suministros por valor de 2.500 millones de dólares que incluyen vehículos de combate de infantería Bradley, gran cantidad de blindados para transporte personal y sistemas de defensa aérea Avenger. Pero el presidente Zelenski ha dejado claro en su mensaje al Grupo de Contacto que en este momento lo que importa no es la cantidad, sino la calidad.

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J. Monjardín

Desde el Gobierno polaco han reconocido que, con esta decisión, Varsovia espera incentivar a otros países para que sigan sus pasos. Aunque no se ha mencionado directamente a Alemania, crece la presión sobre Berlín para que suministre tanques al Ejército ucraniano

«El tiempo es un factor crítico», les ha dicho después de reunirse en Kiev con el jefe de la CIA, William Burns, que seguramente le ha puesto al tanto de los últimos movimientos rusos. «Es la primera vez que les hable en este formato y no me dirijo a ustedes como ministros o militares, sino como poseedores de instrumentos decisivos de defensa», ha dicho por videoconferencia con Ramstein, y ha sugerido que no valdrá cualquier tanque, antes de pedirles «decisiones exactas».

Zelenski ha recibido hasta ahora quincalla militar, en su mayoría armas de las que los ejércitos occidentales se han deshecho para dejas espacio a nuevas adquisiciones. Ucrania necesita los Leopard de fabricación alemana, cuyas entregas ha bloqueado hasta ahora el gobierno de Berlín. En su videoconferencia con el Grupo de Contacto, Zelensky ha mantenido el discurso combativo en términos diplomáticos. «Lo que les pido no es para Ucrania, es para el mundo», les ha dicho, «Rusia quiere el poder sobre nosotros, el derecho a violar derechos universales, mientras que nosotros luchamos por la paz y necesitamos ayuda urgente». Pero en los pasillos el discurso ucraniano es todavía más apremiante.

El propio Zelenski criticó anoche duramente la negativa alemana en un programa de tertulia política de la cadena pública de televisión ARD. «Ustedes son personas adultas. Son bienvenidos a seguir debatiendo así durante otros seis meses, pero la gente aquí está muriendo todos los días». Y agregó: «En lenguaje muy sencillo, para que me entiendan: ¿Pueden suministrar los Leopard o no? Entones ¡entréguenlos!». Respondió a las reticencias del gobierno alemán con cierta ironía: «Esos Leopard no invadirán Rusia. ¡Nos estamos defendiendo!». Sus palabras iban directamente dirigidas al canciller Scholz.

El nuevo ministro alemán de Defensa, que lleva solamente un día en el cargo y al que se ha visto desenvuelto en sus primeras conversaciones con los miembros del grupo de contacto, no oculta que se le escapan todavía detalles de esta negociación a múltiples bandas. Boris Pistorius ha admitido que no sabía nada de la condición que Scholz trasladó personalmente a Biden el martes pasado en una conversación telefónica: desbloqueará las entregas de los Leopard a cambio de que Estados Unidos entregue a Kiev sus Abrams. «En todo caso», añadió, «esta es una decisión que corresponde al jefe», en referencia al canciller Scholz, «es algo que el canciller está discutiendo con el presidente estadounidense».

Fuentes cercanas a la Cancillería sugieren que las presiones son muy fuertes y que el gobierno alemán podría finalmente liberar los Leopard 1 en posesión de la Bundeswehr. Porque esa es otra: las entregas de los Leopard 2, que pasa por ser el tanque más avanzado del mundo, suelen llevar años. Pero el CEO de la empresa que los fabrica y los vende, la alemana Rheinmetall, Armin Papperger, ha declarado que hasta 15 Leopard 2 podrían salir de fábrica este mismo año, a tiempo para la ofensiva de primavera. Ese es el calendario que parece estar manejando Austin cuando ha dicho, en sus palabras de apertura de la reunión, «no es el momento de dar un paso atrás, es el momento de cavar más profundo».