Zelenski apuesta por reemplazar al jefe del Ejército de Ucrania para lograr un «nuevo comienzo» frente a Rusia

Zelenski no llegó a nombrar personalmente a Zaluznhi durante la entrevista, pero sí aseguró que estaba pensado en su destitución cuando le preguntaron: «Cuando hablamos de esto, me refiero al reemplazo de una serie de líderes estatales, no solo en un solo sector, como el Ejército. Estoy pensando en este reemplazo [el del comandante en jefe, Valeri Zaluznhi], pero no se puede decir aquí que el relevo afecte a una sola persona».

Los cambios podrían producirse esta misma semana, según las fuentes de 'Ukrainka Prava', y no solo afectarían a Zaluzhni. El medio ucraniano apunta que Zelenski también podría destruir al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Serguéi Shaptala. En medio de los rumores de un posible despido de Zaluznhi y Shaptala. Por el momento no han saltado a la palestra ningún el nombre de ningún cargo político que vaya a ser destituido.

Las declaraciones de Zelenski han provocado reacciones en Ucrania. El alcalde del Kiev, Vitaly Klitschko -siguiendo una línea cada vez más crítica con el presidente ucraniano- ha salido en la defensa del jefe del Ejército: «En gran parte gracias a Zaluzhni, los ucranianos creyeron verdaderamente en nuestras Fuerzas Armadas, que hoy gozan de la mayor confianza. Como militar durante la guerra, el general Valeri Zaluzhni pasó por muchos momentos difíciles». Klitschko, a través de su canal de Telegram, pidió que cesasen «las intrigas políticas y las luchas internas».

Destituir a Zaluznhi es una decisión polémica. El general se erigió como el cargo que mayor confianza genera entre los ucranianos en varias encuestas, superando incluso al propio Zelenski.

El 'Kyiv Post' -el periódico en inglés más antiguo de Ucrania- pide al presidente ucraniano en su última editorial que sea más claro y transparente sobre los cambios que anunció. «Los ciudadanos de Ucrania merecen saber por qué de repente, en medio de una guerra horrible, se requiere un reinicio de este tipo», señalan. Días atrás, el mismo medio destacó que «el apoyo al comandante militar ucraniano Valeri Zaluzhni es casi universal entre las tropas y un posible plan del presidente Volodímir Zelenski para reemplazarlo, si existe, es peligroso para la seguridad nacional y el esfuerzo bélico» tras realizar varias entrevistas con miembros de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Para nadie era un secreto las discrepancias existentes entre Zelenski y Zaluznhi. Éstas se hicieron públicas y notorias el pasado mes de noviembre, cuando el general publicó un artículo en el medio de 'The Economist' que no seguía la línea discursiva de la Oficina Presidencial. Zaluzhni afirmaba claramente que el país se encaminaba a una guerra posicional –una guerra estancada-, lo que le valió una reprimenda pública de la autoridad política.

Por su parte, Zelenski advirtió hace meses que los militares no debían involucrarse en cuestiones políticas y también cuestionó la petición de 500.000 reclutas adicionales, que el general habría solicitado para sostener el esfuerzo de guerra. En este tira y afloja sostenido, Zaluznhi subrayó recientemente «la incapacidad de las instituciones estatales en Ucrania para mejorar los niveles de mano de obra de nuestras fuerzas armadas sin el uso de medidas impopulares» en un artículo publicado en CNN.

Zelenski ha tratado de justificar la necesidad de renovación política y militar arguyendo que para lograr la victoria frente a Rusia «debemos empujar todos en la misma dirección, convencidos de la victoria, no podemos desanimarnos, decepcionarnos, debemos tener la energía positiva adecuada».

Los rumores sobre el despido del jefe del Ejército se intensificaron el pasado 29 de enero cuando varios medios de comunicación, tanto ucranianos, como internacionales, aseguraron que el general y el presidente habían mantenido una tensa reunión. Zaluznhi se habría negado a dimitir y Zelenski realizó consultas con los aliados en referencia a esta cuestión. La intención del presidente ucraniano ya se ha transmitido a la Casa Blanca, aseguró 'The Washington Post'.