«Vochansk se está convirtiendo en Bajmut»: los intensos bombardeos rusos arrasan la ciudad fronteriza ucraniana
La ofensiva rusa continúa en el norte de la región de Járkov y obliga a Ucrania a reforzar sus tropas en la zona. El jefe de la inteligencia militar de Kiev asegura que, por el momento, la situación «no es catastrófica»
Rusia mantiene el control sobre varias aldeas fronterizas en Járkov y Kiev envía refuerzos a la zona
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken (4ª derecha), camina hacia un automóvil después de caminar por Kiev
Los rusos están bombardeando Vovchansk como nunca antes. «Están lanzando de cinco a siete bombas cada tres minutos», dijo el teniente Denis Yaroslavsky, desplegado en la zona, a los periodistas del New York Times. La ciudad ha quedado sumida en un estado de destrucción casi ... total tras el inicio de la ofensiva terrestre en el norte de la región de Járkov el 10 de mayor. Esta localidad fronteriza, situada a unos cinco kilómetros de Rusia, ya había caído en manos rusas en 2022 y fue liberada en septiembre de ese mismo año por las fuerzas defensoras.
Sin embargo, este último ataque ruso es más letal. Los invasores incrementaron su potencia de fuego con disparos de artillería, uso intensivo de drones y bombas aéreas guiadas. «Se trata de una bomba que pesa 250 o incluso 500 kilogramos y que puede derribar un edificio de varios pisos. En cierto sentido, Vovchansk se está convirtiendo en Bajmut o Marinka», explicó el jefe de la Policía de Járkov, Volodimir Tymoshko, a la Radio ucraniana.
Los combates continúan en las afueras de la localidad que era el hogar de 17.000 personas antes de la guerra. Vovchanks es un de los centros logísticos importantes para el Ejército de Zelenski y las autoridades del país en guerra aseguran que conocían los planes rusos con antelación. Varios altos funcionarios, incluido el número dos de la inteligencia del Ministerio de Defensa, dijo a principios de mayo que los enemigos tratarían de lanzar algún ataque contra Járkov.
Después de cuatros días, los combates continúan. El Estado Mayor de Ucrania confesó el lunes que «por el momento el enemigo tiene el éxito táctico» en esta ciudad. Hoy la máxima autoridad militar del país en guerra informó que sus soldados se vieron obligados a «cambiar de posición» cerca de la aldea de Lukiantsi, también en la zona fronteriza. Según los analistas ucranianos de Deep State Map, un grupo de expertos que registra los movimientos de tropas en el terreno, Moscú habría ocupado un total de siete aldeas en la zona.
El jefe de la inteligencia militar de Ucrania, Kirilo Budanov, afirma que hay señales de estabilización en la frontera y subraya que la situación «no es catastrófica». Las principales dificultades para Kiev tienen que ver con la falta de personal. La ofensiva rusa obliga a los defensores a trasladar al noroeste a unidades que están combatiendo en el frente este. Budanov lo confirmó en una entrevista con 'New York Times': «Todas nuestras fuerzas están aquí o en Chasiv Yar [en la región de Dontesk]. He usado todo lo que tenemos. Lamentablemente no tenemos a nadie más en las reservas».
Desvío de recursos
Las tropas del Kremlin han logrado penetrar hasta 5 kilómetros hacia el interior de la región de Járkov, cuya capital es la segunda ciudad más gran de Ucrania. El Instituto para el Estudio de Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) un laboratorio de ideas con base en Estados Unidos, ha calculado que los invasores controlan unos 50 kilómetros cuadrados en la frontera noreste de Ucrania. La zona fronteriza se consideró «zona gris» aunque nominalmente estaba controlada por Ucrania, dijo el gobernador de Járkov.
Analistas y expertos de Ucrania y de países occidentales apuntan que Rusia no ha acumulado las capacidades necesarias para emprender un asalto contra Járkov. Pero coinciden que el objetivo del mando ruso es obligar a Ucrania a dispersar sus recursos para debilitar el frente de Donetsk.
«Al abrir una dirección adicional para la ofensiva, es casi seguro que Rusia está tratando de desviar recursos ucranianos de otras áreas de la línea del frente y crear una amenaza para Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania», señaló la inteligencia militar británica. El otro objetivo de Moscú es intentar crear una «zona de amortiguación» en la frontera para prevenir los ataques ucranianos, apuntan desde el ISW. El Departamento de Estado de Estados Unidos predice que los rusos no conseguirán llevar a cabo un avance importante en la zona.
Región de Sumy
La amenaza se extiende a la región de Sumy. Esta urbe situada a 180 kilómetros al noroeste de Járkov no llegó a caer en manos rusas en el 22. Pero, en los últimos días los bombardeos enemigos se intensificaron allí. Y como sucedió en el caso de Járkov, las autoridades ucranianas han registrado también en esa zona un aumento de la acumulación de fuerzas rusas. El director del GUR -inteligencia militar de Ucrania- ha destacado que los ataques en Járkov durarán «dos o tres días más» y después, es probable, que los invasores intenten avanzar en la región de Sumy.
«Los rusos planearon actuar en la provincia de Sumy junto con la provincia de Járkov. Pero en estas acciones dependen en gran medida de sus propios resultados en la provincia de Járkov» declaró Oleksandr Kovalenko, miembro del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania
El problema de las fortificaciones
Las fuerzas ucranianas vigilan la frontera con drones y las principales líneas defensivas estarían situadas más atrás. Pero el rápido avance ruso ha levantado críticas y puso en cuestión la cuestión de las fortificaciones en esta área. El gobernador regional, Oleg Sinegubov, ha convocado a lo participantes en el proceso de construcción de las fortificaciones para que rindan cuentas.
Tamaz Gambarashvili, jefe de la administración militar de Vovchanks, reconoció que los trabajos de construcción se habían realizado, «pero tal vez no tan densamente. Después de la liberación, Vovchansk ha estado bajo constantes ataques durante un año y medio», dijo.
El pasado lunes, la directora del Centro Anticorrupción «Mezh», Martyna Bohuslavets, denunció que el Departamento de Vivienda y Servicios Comunales de Járkov habría firmado contratos para suministrar madera parta fortificaciones con «empresas ficticias» y el material nunca llegó a su destino.