La vida desde el lado palestino del conflicto: «Todavía seguimos vivos»
Saad y Nidal se niegan a abandonar Gaza a pesar de los ataques contra la Franja: «Pertenezco a esta tierra y la amo»
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Iniciar sesión«Todavía seguimos vivos». Es la primera respuesta de Saad Zairi desde Gaza, donde reside con toda su familia, al preguntarle por la situación en la Franja tras la escalada del conflicto en Oriente Próximo desde el fin de semana. Después de la primera ... ofensiva de Hamás contra Israel el pasado sábado, el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha respondido con un contraataque en el enclave palestino en un enfrentamiento que se perfila como una quinta guerra entre ambos Estados, después de las de 2008, 2012, 2014 y 2021.
Han pasado poco más de dos años desde el último recrudecimiento del conflicto y Saad no ha querido abandonar su tierra a pesar de las dificultades. «Toda Gaza está bajo ataque desde hace tres días y va empeorando por momentos. No hay electricidad ni agua, los bombardeos son constantes. Se derrumban los edificios, matan a cientos de personas... La situación es terrible aquí, en la Franja», relata desde una ciudad fantasma, de calles desiertas sembradas de escombros y edificios destruidos o a medio derrumbar.
Lo cuenta desde su casa, donde se encuentra con familiares que se han desplazado desde otros lugares, después de que Israel anunciara este lunes un «asedio total» de Gaza previo a una posible incursión terrestre. De momento, solo abandonan su domicilio para lo imprescindible y temen que lo peor está por llegar: «Nos encontramos en el principio de estos grandes ataques contra los palestinos que vivimos aquí. Los próximos días serán peores que 2021».
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«El olor de destrucción y muerte está por todas partes. Acaba de caer una bomba cerca de nosotros y es terrible ver cómo se transforma el lugar», apunta.
«Es peor que en 2021 y va a empeorar»
Con él coincide Nidal Musalame, un ingeniero civil del Gobierno local que describe un escenario similar, con fuego cruzado «entre ambos bandos». «Hay tiros por las dos partes. Ahora mismo han partido muchos cohetes palestinos para responder a los de Israel, que también está bombardeando mucho. Confiamos en que la comunidad internacional interceda para, por lo menos, aplicar la Declaración de Derechos Humanos», señala, antes de apartar el teléfono para que pueda escucharse la detonación de una bomba.
«La situación es muy complicada. Las mujeres y los niños están psicológicamente mal. Estamos encerrados en casa porque la seguridad fuera no está garantizada y tenemos miedo de que nos pase algo si salimos. La coyuntura es peor que en 2021 y, en mi opinión, va a empeorar», recalca este ingeniero, que ya consideraba la escalada de hace dos años la peor vivida en la Franja de Gaza.
«Esta es mi tierra. Palestina es Palestina para mí»
Mientras ambos hablan, se escucha de fondo el griterío de niños pequeños, otro de los grandes retos en estas circunstancias. «Con los pequeños tenemos que ser valientes y decirles que esto pasará. No es fácil lidiar con ellos en estos casos, pero somos fuertes y tenemos una gran esperanza que transmitirles, que esto acabará», destaca Saad.
Con él coincide Nidal: «Afrontar esto ya es difícil para los adultos, todavía más para los niños. Tienen miedo y a veces lloran. Yo tengo un nieto de seis años que hasta preparó la maleta porque quería marcharse. Eso te da una idea de lo que están viviendo».
Precisamente sobre la posibilidad de abandonar la Franja se pronuncian ambos con una negativa clara. De hecho, Nidal, que nació en Gaza hace más de 60 años y regresó en 2003, casi se sorprende ante la mención de esa opción: «No contemplo marcharme, mejor me quedo en mi casa».
«Desde 2000, he tenido mas de 30 oportunidades de dejar Gaza y empezar de nuevo, comenzando por Europa. He salido para trabajar fuera de Palestina y cada vez que lo he hecho no veía el momento de volver. Pertenezco a esta tierra, amo esta tierra y este país. Nunca pensamos siquiera en marcharnos. Palestina es Palestina para mí», asegura.
A pesar de su determinación a permanecer allí, ambos ven un futuro negro a corto plazo para su patria. «Estamos en el principio de esto. No solo de la escalada, sino de la ocupación de Israel, que va a suponer una masacre de los civiles palestinos. Pasará tiempo hasta que acabe, nadie sabe cómo de largo va a ser, pero los próximos días van a ser muy peligrosos».
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