Los países vecinos de Bielorrusia, atemorizados, piden a Lukashenko que expulse a los Wagner

Kaminski ha consensuado esta postura con sus homólogos de los países bálticos. «Si se produce un incidente crítico en la frontera con Bielorrusia, independientemente de si se trata de una frontera polaca, lituana o letona, tomaremos represalias de inmediato. Todos los pasos fronterizos quedarán cerrados«, ha advertido. Señaló no obstante que, en caso de que se decida bloquear por completo el tránsito de viajeros y de mercancías, se desarrollarán »canales« para que los disidentes bielorrusos perseguidos por el régimen puedan alcanzar la Unión Europea »de forma segura«. Subrayó también que la prioridad es que los Wagner abandonen Bielorrusia cuanto antes, sin especificar con qué destino.

En la comunidad internacional preocupa que los mercenarios Wagner, carentes ahora de liderazgo y financiación, puedan ser reclutados por ejércitos privados africanos, donde podrían ejercer un poderoso efecto desestabilizador. Según los expertos militares estadounidenses, la muerte del líder mercenario Prigozhin significa el fin del Grupo Wagner como ejército privado independiente y el Ministerio de Defensa ruso ha creado sus propios grupos militares privados, que reclutan personal actual y anterior de Wagner.

A Lukashenko le gustaría mantenerlos a sus órdenes, pero no puede pagarlos. Solamente varios centenares de combatientes ya han firmado contratos con el Ministerio de Defensa bielorruso y el resto son percibidos como una amenaza interna, de manera que Lukasehnko está proporcionándoles a toda prisa pasaportes para que abandonen el país. Así lo ha denunciado el opositor bielorruso Pavel Latuschko, que ha declarado a la agencia de noticias polaca PAP que se trata de documentos auténticos, emitidos por el Ministerio de Interior bielorruso con nuevos nombres y apellidos que les proporcionan una nueva identidad. Con estos documentos, los combatientes de Wagner podrían, por ejemplo, entrar en la UE para perpetrar ataques terroristas en su territorio. Lukashenko está de acuerdo con el gobierno polaco en que «podrían utilizarse en unidades especiales del ejército bielorruso para crear problemas en la frontera y trabajar con inmigrantes ilegales que atacan cada día las fronteras de Polonia, Lituania y Letonia».

Ante esta amenaza, los gobiernos vecinos optan por cierres fronterizos. Los ministros de Interior de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania han puesto en común en Varsovia sus impresiones sobre los últimos acontecimientos en sus fronteras, en las que se está produciendo una «escalada» con el aumento de la «presión migratoria», que según el gobierno polaco forma parte de una estrategia del régimen bielorruso para desestabilizar Polonia. La ministra del Interior de Lituania, Agne Bilotaite, está estudiando también la posibilidad de cerrar otros dos pasos fronterizos con Bielorrusia, los de Lavorishkes y Raigardas. Su Ministerio ha presentado la propuesta correspondiente y Bilotaite confía en que la medida sea adoptada «en un futuro cercano».

De acuerdo con la ministra, los cuatro países han acordado una serie de «criterios específicos», que, de cumplirse, llevarían al cierre total de la frontera comunitaria con Bielorrusia: «De forma primaria, un incidente o incidentes armados en la frontera de uno de los estados. Este incidente debería ser tal que plantee un grave riesgo para la seguridad nacional de los países«, reza el primero de los supuestos. El segundo criterio es un posible cruce masivo organizado de inmigrantes ilegales en la frontera de uno de los estados, como ya sucedió a mediados de agosto, cuando lituania ya cerró dos de sus seis pasos fronterizos, los de Sumsk y Tverech. Polonia sólo mantiene operativo en estos momentos uno de sus pasos fronterizos, mientras que Letonia cuenta actualmente con dos pasos operativos.