La solidaridad de Occidente para defender a Israel frustra a Ucrania, donde cada vez llega menos ayuda

«Los cielos europeos podrían haber recibido el mismo nivel de protección hace mucho tiempo», ha lamentado Zelenski

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski reuters

Los drones Shahed, de fabricación iraní, son tan conocidos para los ucranianos que han recibido el apodo de «cortacésped». Durante dos años, Rusia ha aterrorizado las ciudades del país vecino lanzando estos aparatos explosivos. Son los mismos que Irán disparó contra Israel el pasado fin ... de semana como respuesta al ataque de Tel Aviv en el consulado iraní en la capital de Siria. Pero en este caso, cuando el objetivo de los drones era Israel y no Ucrania, una coalición liderada por Washington puso, de inmediato, sus recursos militares a punto para abatir los proyectiles que amenazaban al estado hebreo. El Gobierno de Benjamín Netanyahu contó con el apoyo directo de Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Jordania.

La operación conjunta fue un éxito. Los socios derribaron casi el 99 por ciento de los 170 drones, los 120 misiles balísticos y 30 misiles de crucero. La contundente respuesta occidental frente al ataque de Irán contra Israel contrasta con las restricciones de ayuda impuestas a Ucrania. Ante tal situación, era inevitable que en Kiev no se hiciesen comparaciones y se sacasen dolorosas conclusiones.

«Los 'Shaheds' en el cielo de Ucrania suenan idénticos a los de Oriente Próximo. Los cielos europeos podrían haber recibido el mismo nivel de protección hace mucho tiempo si Ucrania hubiera recibido un apoyo total similar de sus socios para interceptar drones y misiles», ha subrayado con frustración el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Las autoridades de Kiev asisten con angustia a la pasividad de sus aliados a medida que las municiones antiaéreas de su arsenal siguen mermando.

La falta de sistemas de defensa que protejan los cielos de Ucrania ha pasado factura. Los últimos ataques rusos de precisión contra el sector energético han puesto en jaque la capacidad de generar electricidad del país. El pasado 11 de abril, la central que abastecía a la capital del país invadido fue destruida. Kiev no tenía más misiles, ha confesado Zelenski en una entrevista con PBS NewsHour: «Once misiles se dirigían hacia allí. Derribamos los primeros siete. Cuatro destruyeron la central térmica de Trypillia. ¿Por qué? Porque no había misiles. Nos quedamos sin todos los misiles que protegían la central». Ese ataque dejó a la empresa eléctrica estatal Centrenergo sin el 100% de capacidad para generar energía.

Existe la posibilidad de blindar el país contra las ofensivas aéreas rusas y para lograrlo se precisarían unas 25 baterías de misiles Patriot, según los cálculos ucranianos. Sin embargo, reiteradas peticiones fueron desentendidas por la mayoría de los aliados occidentales. Hasta ahora, sólo Alemania ha confirmado la entrega de un sistema antimisiles adicional. Además de todos los problemas que encara Ucrania en el frente y la retaguardia, Kiev tiene que lidiar con las regañidas de Washington por atacar las refinerías rusas.

«Diferentes conflictos»

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, ha dicho que Washington no derribará drones enemigos en Ucrania, como sí hicieron con los vehículos aéreos no tripulados iraníes en Israel. Kirby se ha disculpado ante los periodistas, diciendo que se trata de «diferentes conflictos». El titular de Exteriores del Reino Unido también ha descartado que Londres lleve a cabo acciones similares en territorio ucraniano. David Cameron aduce que «hay que evitar es una confrontación directa entre las fuerzas de la OTAN y las fuerzas rusas».

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, ha dicho que Washington no derribará drones enemigos en Ucrania

El mandatario ucraniano ha dicho que Israel, al igual que su país, tampoco es miembro de la OTAN, y eso no ha impedido la ayuda directa ni se ha desatado una confrontación más amplia. «Nadie fue arrastrado a la guerra. Simplemente contribuyeron a la protección de la vida humana», ha destacado Zelenski. El liderazgo político y militar de Ucrania ya está acostumbrado a que los socios utilicen el «temor a una escalada» para negarle, por ejemplo, armamento más efectivo a su Ejército, como los misiles de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense o los misiles de crucero Taurus que tiene Alemania.

Las necesidades munición y armas complican las operaciones de combate. Rusia está logrando avances en la región de Donetsk y se espera una gran ofensiva por parte de las fuerzas de Moscú en los próximos meses. «La proporción de artillería en el frente hoy es de 1 a 10, y la proporción de aviación es de 1 a 30», apuntó el Zelenski. El presidente del país en guerra ha vuelto a reiterar su última entrevista que, sin la ayuda de Estados Unidos, su país perderá ante Rusia.

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