Rusia reanuda el flujo de gas a Alemania a través del Nord Stream 1, aunque de forma reducida

El gasoducto llevaba varios días parado por mantenimiento

Putin intenta forzar la puesta en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2

El modelo alemán para no depender del gas de Putin: menos horas de calefacción

Tuberías en las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1 en Lubmin, Alemania REUTERS

Por primera vez desde el 11 de julio, fecha en la que comenzaron las tareas de mantenimiento, el gas ha comenzado a fluir de nuevo esta madrugada a través del gasoducto Nord Stream 1 del Mar Báltico. Sin embargo, como había advertido el gigante ... ruso Gazprom, las entregas aún están muy por debajo de la capacidad del tubo, lo que dificulta el proceso de llenado de las reservas. Un portavoz de Nord Stream AG lo ha confirmado a la agencia de noticias alemana DPA .

Los datos de las empresas europeas NEL Gastransport y OPAL Gastransport también confirman la reanudación de las entregas. Estas empresas operan dos grandes oleoductos que atraviesan Alemania desde la estación receptora de Nord Stream 1 en Lubmin, en el oeste de Pomerania.

Según esto, en la primera hora fluyó gas con un valor calorífico de alrededor de 21,5 millones de kilovatios hora, lo que corresponde a alrededor de 2,2 millones de metros cúbicos. Extrapolado, equivaldría a una entrega diaria de alrededor de 50 millones de metros cúbicos, o alrededor del 30% de la capacidad de Nord Stream 1. Sin embargo, los volúmenes de gas suelen aumentar en las primeras horas después de la puesta en marcha de un gasoducto, por motivos técnicos relacionados con la presión de la red, y se espera que desciendan a lo largo del día.

El portavoz de Gazprom ha informado que el gas comenzó a fluir aproximadamente al mismo nivel que antes del mantenimiento, es decir, alrededor de 67 millones de metros cúbicos por día. Eso corresponde a alrededor del 40% de la capacidad máxima del tubo, pero ha advertido igualmente que las cantidades notificadas también pueden cambiar en el transcurso de un día, debido a las llamadas «nominaciones»: reservas de capacidad de tubería. Esas reservas para el tránsito de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 permanecen a esta hora en un nivel reducido. El jefe de la Agencia Federal de Redes alemana, Klaus Müller, ha escrito en Twitter esta mañana que las nominaciones para Nord Stream 1 todavía estaban alrededor del 30% de la capacidad y que los cambios en las reservas dentro de un mismo día serían muy inusuales.

Estos porcentajes se miran con lupa y conteniendo la respiración en Europa Central, porque el volumen de entrega en los próximos meses tendrá un gran impacto en la economía alemana, por ejemplo, pero también en los clientes privados, ya que es probable que se refleje en los precios del gas. También debería ser decisivo para determinar hasta qué punto Alemania puede llenar sus instalaciones de almacenamiento de gas antes de la temporada de frío y si habrá escasez energética.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió en la noche del miércoles sobre un estrangulamiento a finales de julio, citando razones técnicas, y sugiriendo que el problema quedaría solucionado si Alemania pusiese en funcionamiento el gasoducto gemelo Nord Stream 2, terminado de construir en septiembre y que no ha entrado en actividad todavía, primero por presiones de Estados Unidos y después como consecuencia de las sanciones internacionales contra Rusia. Es concebible que Moscú quiera forzar la puesta en marcha de Nord Stream 2 estrangulando Nord Stream 1. Sin embargo, la Agencia Federal de Redes ha confirmado que el proceso de aprobación permanecerá suspendido. Los partidos que forman parte de la «coalición del semáforo» dirigida por Olaf Sxholz se han referido, entre otras valoraciones, a un «torpe intento de chantaje».

Europa Central, en todo caso, cuenta con sobrados ejemplos en la historia reciente sobre la forma en la que Moscú utiliza el gas como arma. En 1990, por ejemplo, cortó el grifo a Lituania durante tres meses para evitar su independencia. Y, en 2015, la sola amenaza de cortar el grifo a Ucrania, país de tránsito y que podía causar un efecto en cadena sobre toda Europa, le sirvió para que la reacción europea a la anexión de Crimea se ablandase considerablemente.

La reanudación del suministro, aunque reducida, ha tenido como primera consecuencia en los mercados un impulso a los valores de la industria química, el sector de la economía alemana más directamente dependiente del gas ruso, en las operaciones previas a la apertura. Las acciones de BASF, Covestro, Wacker Chemie y K+S han subido en los primeros minutos de cotización en torno a un 3% o se han indexado al alza. «El gas ruso fluye y está causando en la bolsa que un puñado de valores respiren con alivio», ha escrito Thomas Altmann, el gestor de activos de QC Parrtners, apenas abrían las bolsas, «la crisis energética está, por supuesto, lejos de resolverse, pero al menos a corto plazo se ha evitado un escenario de pesadilla».

La turbina, clave

A principios de julio, el Gobierno canadiense anunció que entregaría a Alemania la turbina, necesaria para transportar gas por Nord Stream desde Rusia y cuya devolución había permanecido temporalmente suspendida como consecuencia de las sanciones impuestas a Moscú por la guerra en Ucrania.Las autoridades canadienses precisaron que la pieza, reacondicionada en una planta de Siemens en Montreal, sería entregada a operarios alemanes y no directamente a Rusia, como se planeó originalmente.

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