El récord de inmigración neta en el Reino Unido, 745.000 personas en un año, desafía el discurso de Sunak

Al ejecutivo, que se ha comprometido a reducir la inmigración y «recuperar el control de las fronteras» después del Brexit, estos números récord le plantean un desafío para cumplir con unas promesas que hasta ahora se han quedado en el papel. Además de la inmigración récord en 2022, las llegadas de embarcaciones con inmigrantes irregulares a través del Canal de la Mancha también experimentaron un aumento significativo el año pasado, alcanzando las 45.000 personas. En lo que va de 2023, ya se han contabilizado 23.000 llegadas por esta peligrosa vía.

Ante este escenario, el gobierno ha respondido endureciendo la legislación sobre el derecho de asilo y fortaleciendo la cooperación con otros países, incluida Francia, para prevenir estas llegadas. James Cleverly, ministro del Interior, afirmó en un comunicado que el gobierno está «totalmente comprometido con reducir los niveles de inmigración legal mientras actúa sin descanso en nuestra prioridad de detener las embarcaciones» que llegan a las costas británicas a través del Canal.

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El líder laborista, Keir Starmer, calificó la cifra de migración neta como «alarmantemente alta», señalando que representa «un fracaso no solo en inmigración, sino también en asilo» así como en «la economía». Las críticas también se han sucedido desde las filas tories, divididas entre quienes apoyan medidas duras y quienes abogan por una solución que no pase por cuestiones tales como el envío de solicitantes de asilo a Ruanda.

El grupo conservador New Conservative, a la derecha del partido, instó a Rishi Sunak a actuar de inmediato en este tema que calificó de crucial y proponer un paquete de medidas para reducir la migración, entre las que el ejecutivo ya estaba considerando limitar a uno el número de familiares que los trabajadores extranjeros de la salud y el cuidado social pueden traer al país o aumentar el umbral salarial mínimo para visas de trabajo y abolir así el sistema que permite a los empleadores pagar menos en casos de escasez reconocida.

Estos datos de migración también han generado debates en cuanto al uso de hoteles para albergar a solicitantes de asilo, una práctica que aumentó, según datos del Ministerio del Interior. La laborista Yvette Cooper criticó el alto costo que esto supone para los contribuyentes y señaló que el gobierno conservador está fallando en abordar adecuadamente la situación.