El Kremlin rechaza indultar a Jodorkovski y a otros 31 presos políticos

“El presidente señala en su resolución que no se entiende por qué a una persona que no ha pedido el perdón se le debe remitir la pena”, asegura Fedótov. Según sus palabras, “se trata de su opinión personal porque nosotros le hemos presentado el dictamen de una decena de expertos en Derecho Constitucional y ha quedado claro que el jefe del Estado tiene la potestad de indultar sin necesidad de que los penados lo soliciten de forma expresa”. “Pero se ha mostrado en desacuerdo con nosotros”, concluye Fedótov.

El Consejo de Derechos Humanos pidió a Medvédev a comienzos de febrero indultar a las 32 personas incluidas en la lista de presos políticos elaborada por la oposición extraparlamentaria. Las decenas de miles de personas congregadas el 4 de febrero en el centro de Moscú para exigir la repetición de las elecciones incluyeron, entre otras reivindicaciones, una amnistía y Fedótov recibió el escrito cuatro días después.

Como consecuencia de ello, Medvédev ordenó el 5 de marzo, al día siguiente de las presidenciales en las que venció abrumadoramente Vladímir Putin, que la Fiscalía General comprobara la “legalidad” de las sentencias dictadas contra los 32 disidentes, quienes niegan su culpa y afirman haber sido condenados con pruebas falsas. Tal gesto fue interpretado como una señal de que el Kremlin preparaba un indulto, pero no ha sido así. La Fiscalía General finalizó ayer lunes el estudio solicitado por el presidente sin dar a conocer el resultado.

El abogado de Jodorkovski, Vadim Kliúvgant, ya adelantó que no esperaba nada extraordinario de las verificaciones exigidas por Medvédev. “No tiene sentido que se encargue una comprobación sobre la legalidad de un veredicto al mismo órgano judicial que llevó la acusación”, sostiene Kliúvgant en referencia a la Fiscalía General.

Jodorkovski fue condenado en diciembre de 2010 a 14 años de prisión en su segundo juicio que les acusaba de blanqueo de dinero y de robar el petróleo de su propia empresa. Ya antes, en mayo de 2005, les fue impuesta una pena de 8 años de cárcel al ser declarado culpable de siete delitos económicos, entre ellos evasión de impuestos.

Jodorkovski, que llegó a ser el hombre más rico de Rusia, fue detenido el 25 de octubre de 2003. Estaría ya en libertad de no ser por el segundo proceso incoado contra él. Su empresa fue desmantelada y entregada en su mayor parte a la petrolera estatal rusa Rosneft. Pese a que nadie pondría la mano en el fuego en relación con la honestidad del antiguo dueño de Yukos, juristas, politólogos y columnistas rusos sostienen que el motivo real de su desmesurado castigo fue que recriminó a Putin el alto nivel de corrupción de su régimen y se dedicó a financiar partidos de oposición.