Prigozhin, el líder paramilitar ruso, es uno de los hombres más buscados por el FBI

El empresario, jefe del grupo Wagner, figura en la lista de más buscados por el FBI, la policía judicial estadounidense, debido a su papel como financiador de la Agencia de Investigación de Internet (IRA), una entidad rusa conocida por su papel en la propagación de desinformación y la interferencia en las elecciones presidenciales norteamericanas que Donald Trump ganó en 2016.

El FBI tiene una orden de arresto internacional contra él. Esto significa que si Prigozhin viaja a un país que tiene un tratado de extradición con EE.UU., podría ser detenido para responder por los cargos.

El informe del fiscal especial Robert Mueller sobre injerencias del Kremlin, presentado en 2019, permitió presentar cargos contra Prigozhin por haber armado la llamada fábrica de trolls y bots que diseminó desinformación sobre elecciones no sólo en EE.UU., sino también en Europa. Con esa fábrica, según Mueller, Rusia manipuló de las redes sociales para sembrar la discordia entre los votantes estadounidenses durante las elecciones de 2016.

El entramado de desinformación de Prigozhin operaba una sofisticada red de cuentas falsas en varias plataformas de redes sociales que se utilizaban para difundir desinformación y propaganda. Estas cuentas llegaron a millones de usuarios de redes sociales en EE.UU. con noticias falsas, exacerbando las divisiones políticas y raciales existentes en el país.

El fiscal Mueller concluyó que el entramado de Prigozhin ayudaba a la campaña de Trump y dañaba a la de su rival, Hillary Clinton. Los servicios de inteligencia de países europeos le consideran también crucial en las injerencias en Europa, incluido el referendo del Brexit y la crisis de la independencia en Cataluña en 2017.

En las imputaciones de EE.UU., los fiscales detallan cómo Prigozhin, junto con otras 12 personas, conspiraron para delinquir en EE.UU. interfiriendo en su sistema político y electoral. Debido a su ubicación en Rusia y la falta de un tratado de extradición entre Rusia y EE.UU., Prigozhin no ha sido arrestado ni juzgado en relación con estas acusaciones.

En 2018, un gran jurado en el Distrito de Columbia, capital de EE.UU., imputó formalmente a Prigozhin por interferir en el sistema electoral norteamericano. Prigozhin financió esas actividades a través de las empresas Concord Management Consulting LLC, Concord Catering, y otras subsidiarias y afiliadas.

Para ocultar el origen de sus actividades en Rusia, alegó la fiscalía que Prigozhin compró espacio en servidores informáticos ubicados dentro de EE.UU. para establecer una red privada virtual.

El FBI también está buscando a Prigozhin debido a su relación con el grupo de mercenarios Wagner. Esta organización paramilitar, financiada por el mismo empresario, ha estado involucrada en conflictos en Ucrania, Siria, Sudán y Libia, a menudo con resultados devastadores para la población civil y la estabilidad de la región.

Según un informe del departamento de Estado norteamericano fechado en mayo de 2022, Prigozhin está implicado en una masacre en la aldea de Mourah, en Mali, con la participación de fuerzas malienses y rusas.

En Sudán, Prigozhin ha apoyado al régimen en el poder a cambio de que empresas rusas explotaran algunos de sus sectores más lucrativos, como el petróleo, el gas natural, la agricultura y el oro, según denuncia el departamento el Tesoro de EE.UU. Prigozhin, a través de entidades empresariales como M Invest, ha jugado un papel clave en estas operaciones de explotación de recursos.

De forma paralela, el entramado de desinformación y propaganda rusa del empresario ha desplegado narrativas falsas para desviar la atención y eludir la responsabilidad de esos hechos. Según la diplomacia de EE.UU., la desinformación de Prigozhin se extiende a través de África, utilizando a políticos, empresas fachada y entramados de redes sociales para influir en la política africana a favor de Rusia.

Además de en África, el grupo Wagner ha sido instrumental en las invasiones de Ucrania, en 2014 y 2022. La administración de Barack Obama impuso sanciones a Prigozhin en diciembre de 2016 por su papel en la anexión ilegal de Crimea. Esas sanciones bloquean la propiedad de Prigozhin en EE.UU. Desde entonces, el departamento del Tesoro ha impuesto más sanciones a Prigozhin, en 2020, bajo Trump, y en 2022, bajo Joe Biden.

Ya en enero, la Casa Blanca alertó de que se estaba abriendo una brecha entre la cúpula militar rusa y Prigozhin, que ha sido muy crítico con la ejecución de la invasión de Ucrania, pero no con Putin. Según dijo entonces el portavoz de la presidencia norteamericana John Kirby, había indicaciones, «incluyendo en la inteligencia, de que las tensiones entre Wagner y el ministerio de Defensa ruso están aumentando».

La Casa Blanca sabía ya que el grupo Wagner se estaba convirtiendo en un poder rival para el ejército y varios ministerios rusos. Washington se decía convencido de que Prigozhin estaba intentando promover sus propios intereses en Ucrania, y Wagner está tomando decisiones militares basadas en los designios de su jefe, y no del Kremlin.

Estima EE.UU. que Wagner tiene actualmente unos 50.000 efectivos desplegados en Ucrania, incluyendo 10.000 contratistas privados y 40.000 convictos cedidos por el régimen ruso, reclutados en prisiones.

La Casa Blanca también ha denunciado que Corea del Norte ha apoyado las operaciones militares de Rusia contra Ucrania al proporcionar armas y municiones a Wagner. En parte debido a las sanciones y controles de exportación de EE.UU., Rusia ha estado procurando armas de países extranjeros a través de Wagner.