¿Qué impacto puede tener la guerra contra Hamás en la política de EE.UU.?
Durante el mandato de Biden se han sucedido la caótica retirada de Afganistán, la invasión rusa de Ucrania y, ahora, el temor a que la batalla en Gaza escale hacia una guerra regional
Guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, en directo
El presidente Joe Biden
Los más recientes sondeos de intención de voto publicados en Estados Unidos confirman que si las elecciones previstas para justo dentro de un año se celebrasen hoy, probablemente ganaría Donald Trump. Tras dos 'impeachment', cuatro procesos penales en curso por un total de 91 ... delitos y los ataques de sus mini-rivales, no hay duda de que por lo menos tiene asegurada la nominación presidencial del Partido Republicano. Y a la vista de media docena de Estados decisivos, con serias posibilidades de volver a la Casa Blanca.
El ímpetu de Trump contrasta con las dificultades acumuladas por Biden. Las dudas sobre su reelección se acrecientan no sólo por ser uno de los presidentes más impopulares en la reciente historia de Estados Unidos. Al lastre de sus ochenta años, se suman la incapacidad para ser reconocido por los méritos de su gestión, las crecientes trabas para atraer el voto decisivo de minorías, y también las divisiones de su partido camino de fracturarse como los republicanos.
En este contexto, empiezan a proliferar las comparaciones entre Joe Biden y Jimmy Carter, el último presidente demócrata que no consiguió un segundo mandato. Y aunque se supone que la política exterior no suele decidir el ocupante de la Casa Blanca, no se pueden ignorar los paralelismos entre sus respectivos problemas internacionales.
Durante el mandato de Biden se han sucedido la caótica retirada de Afganistán, la invasión rusa de Ucrania y, ahora, el temor a que la batalla en Gaza escale hacia una guerra regional. En el caso de Carter, su derrota ante Reagan se vio impulsada por el triunfo de la revolución en Irán en febrero de 1979 y la toma de decenas de rehenes tras el asalto a la embajada americana en Teherán. Sin olvidar la invasión soviética de Afganistán a finales de 1979.
Ante similares momentos de peligro histórico, un presidente demócrata vuelve a enfrentarse a guerras alimentadas por Irán y Rusia, con la vida de rehenes americanos en juego y renovadas dudas sobre la capacidad de Estados Unidos para disuadir a sus enemigos.