De origen modesto, sin estudios y bien relacionado: las claves del auge fulgurante de Jordan Bardella, el delfín de Marine Le Pen

Bardella es el hijo único de una pareja divorciada: Olivier Bardella (Montreuil, 1968) y Luisa Bertelli-Motas (Turín, 1962). Según sus primeros biógrafos, su abuela paterna, Réjane Mada, era hija de un argelino de la Cabilia, casado con una parisina de origen alsaciano. Creció con su madre, con muy pocos recursos, en un apartamento modestísimo cedido por un alcalde comunista. Aunque su padre lo recogía los fines de semana, de niño y adolescente vivió la tragedia de unos progenitores separados. Se educó, hasta el Bachillerato, en un colegio de jesuitas que no le transmitieron la fe: cumplidos los 20 años, el futuro líder del partido de la familia Le Pen se declaró agnóstico.

Empujado por su madre, Jordan Bardella comenzó por intentar entrar en el parisino Instituto de Estudios Políticos (IEP), escuela reputada entre las elites nacionales. En vano, pues no consiguió aprobar el examen de ingreso, «demasiado duro». Abandonado ese primer proyecto, Bardella comenzó a estudiar Geografía en la Sorbona, la más antigua de las universidades parisinas. Nuevo fracaso.

Así, decidió abandonar los estudios sin conseguir ningún diploma. Su padre le propuso trabajar en su modesto negocio de distribución de bebidas y apenas duró unos meses. Y fue entonces cuando Bardella prefirió consagrarse de manera profesional a la política. Eso sí, las mujeres tuvieron mucha importancia en sus rápida ascensión en el seno del partido de la familia Le Pen.

Entre los 20 y los 29 años, Jordan Bardella ha tenido tres relaciones amorosas consideradas serias y formales, con tres mujeres jóvenes, siempre en el más alto en el escalafón del Frente Nacional (FN, el partido dirigido por Jean-Marie Le Pen) y en Agrupación Nacional (AN, el partido refundado por Marine Le Pen).

La primera 'novia formal' de Bardella fue Kelly Betesh, la chica que le presentó a Marine Le Pen. Kelly cometió el error táctico de militar durante un tiempo en un difunto partido de extrema derecha, nacido de una escisión del FN y AN, Los Patriotas, creado por Florian Philippot, antiguo discípulo de Le Pen padre y que finalmente rompió con la hija.

La relación de Bardella con Kelly se rompió cuando el ambicioso joven conoció a Kerridwen Chatillon, hija de Frédéric Chatillon, empresario fiel a Jean-Marie Le Pen, que hizo de puente entre las extremas derechas francesas y los dirigentes de Hizbolá, en el Líbano. Kerridwen le introdujo en los círculos más íntimos de la familia Le Pen, impulsando su carrera de manera definitiva. El que era un joven simpatizante subió muy rápido en el escalafón, hasta abandonar a Kerridwen por Nolwenn Olivier, hija de Marie-Caroline Le Pen, hermana mayor de Marine. Bardella y Nolwenn son pareja de hecho desde hace cuatro años cortos.

En apenas de diez años, Bardella ha pasado de simpatizante a presidente del partido de la familia Le Pen, Agrupación Nacional (AN), subiendo todos los escalones a paso de carga: director general de las juventudes del partido, vicepresidente, presidente, cabeza de lista de las elecciones europeas, y… si su partido gana las elecciones anticipadas, candidato único e inevitable al puesto de primer ministro, cohabitando forzosamente con Emmanuel Macron.

Sea cual sea el resultado de la partida de póquer descubierto que enfrenta a Marine Le Pen y Macron, todos los sondeos y estudios coinciden en afirmar que Bardella es uno de los dos o tres políticos con más futuro de Francia. Veremos.