La ONU hace un llamamiento a «la desescalada inmediata» y apela a las partes a «volver al cese de las hostilidades»

«Las actuales conversaciones sobre el alto el fuego y la liberación de rehenes en El Cairo son cruciales para salvar vidas civiles, reducir las tensiones regionales y permitir que las Naciones Unidas, en cooperación con la Autoridad Palestina, aceleren los esfuerzos para abordar las necesidades apremiantes de la sufrida población de Gaza», dijo Tom Wennesland en su cuenta de X.

El secretario general de la ONU, António Guterres, también mandó un mensaje a favor de la desescalada del conflicto en redes: «Estas acciones ponen en riesgo a las poblaciones libanesa e israelí y amenazan la seguridad y la estabilidad regionales». «Hago un llamamiento a una desescalada inmediata y apelo a las partes a volver al cese de las hostilidades», añade.

De la misma manera, la oficina de la coordinadora especial de las Naciones Unidas para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y la fuerza de mantenimiento de la paz de la UNIFIL han instado a «todos a cesar el fuego y abstenerse de nuevas acciones de escalada».

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Yisrael Katz, dijo que el país no busca una guerra a gran escala, pero el primer ministro, Benjamín Netanyahu, advirtió: «Este no es el final de la historia». Además, Netanyahu sentenció que «Estamos decididos a hacer todo lo posible para defender nuestro país... a quien nos haga daño, nosotros lo dañamos».

Por otra parte, las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza que tuvieron lugar en El Cairo se cerraron sin un acuerdo firmado, ya que ni Hamás ni Israel aceptaron los compromisos presentados por los mediadores, aunque los diplomáticos estadounidenses las calificaron de «constructivas» y señalaron que el proceso continuaría en los próximos días.

Israel lanzó el pasado sábado un ataque aéreo preventivo a territorio libanés en el que dicen apuntar a «objetivos terroristas». La Fuerzas de Defensa Israelí (IDF por sus siglas en inglés) afirmaron haber eliminado «miles de cañones lanzacohetes de Hizbolá, que estaban destinados a ser disparados inmediatamente hacia el norte y el centro de Israel».

Hizbolá lanzó, igualmente, la mayor ofensiva desde el estallido del conflicto el pasado 7 de octubre. El líder del grupo paramilitar, Hassan Nasrallah, señaló que la operación «se completó y se cumplió». Dijo que habían completado «la primera etapa de respuesta al asesinato del líder Fuad Shukr, asesinado por Israel a principios de mes en un bombardeo».

El grupo paramilitar libanés lanzó una ofensiva con misiles y drones, cuya intención, según Nasrallah, era «despistar al Iron Dome y las defensas aéreas israelíes para que los aviones no tripulados pudieran entrar en el espacio aéreo del país». No obstante, niega que el objetivo fueran civiles, sino infraestructuras de inteligencia que, según Tel Aviv, no llegaron a impactar finalmente.

Por otro lado, Irán ha amenazado pacientemente con una respuesta al asesinato del líder de Hamás, Ismael Haniyeh, en Teherán, horas antes del homicidio de Shukr. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, ha declarado a su homólogo italiano, Antonio Tajani, que Irán no pretende aumentar las tensiones en Oriente Próximo, pero sí ha prometido que habrá una respuesta al asesinato del jefe de Hamás en su territorio y que será «definitiva y calculada».

Irán culpa a Israel del asesinato del líder de Hamás, Ismael Haniyeh, el 31 de julio, que según los medios estatales iraníes fue «una violación imperdonable de la seguridad y la soberanía de Irán». La inteligencia israelí sobornó presuntamente a militantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) iraní, que estaba a cargo de la casa de huéspedes donde Haniyeh se hospedaba cuando unos explosivos lo mataron en su habitación. Israel, sin embargo, no ha reivindicado ni negado la responsabilidad de la muerte de Haniyeh en la capital iraní.

«Irán no pretende aumentar las tensiones, pero no le teme», ha declarado Araqchi a su homólogo italiano por teléfono, según un comunicado sobre la llamada telefónica publicado el lunes por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán. Araqchi ha afirmado que la respuesta de Irán será «definitiva, calculada y precisa», según el comunicado.