Un individuo armado de un cuchillo ha entrado este viernes por la fuerza en un instituto de Arras (90.000 habitantes), en el norte de Francia, matando a un profesor e hirió a varias personas mientras gritaba «¡Alá es el más grande..!».
Gérald Darmanin, ministro del Interior, reaccionó con celeridad: «La operación policial sigue su curso. El autor del crimen ha sido detenido».
El asesinato de 'lobos solitarios', islamistas radicalizados, locos de atar y yihadistas es un 'clásico' de la criminalidad religiosa islámica, en Francia, desde hace una larga década.
En el contexto de la guerra terrorista lanzada por Hamás contra Israel, el crimen de Arras cobra una dimensión más inquietante, si cabe.
Tensiones
Hace semanas, Al Qaida anunció atentados terroristas contra Francia. El gobierno de Macron tomó en serio la amenaza, y anunció medidas policiales anti terroristas.
Tras el lanzamiento de los bombardeos y matanzas de Hamás, la misma amenaza ha crecido y se ha «diversificado». Durante los cuatro primeros días de guerra, el ministerio del Interior contabilizó más de un centenar de acciones violentas, anti semitas, de la profanación de tumbas a la persecución física de judíos.
Varios barrios judíos, en París y algunas capitales de provincias están en estado de alarma policial, con patrullas de soldados armados, a toda hora.
El crimen de Arras agrava todas las tensiones. Las primeras pistas policiales intentan averiguar si el crimen fue una acción solitaria o el asesino formaba parte de un grupo islamista.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete