Una mayoría de los franceses quieren el cierre de las fronteras contra la inmigración

La decisión del Gobierno alemán de instaurar o restaurar los controles fronterizos ha provocado en Francia reacciones de simpatía popular y respeto político al más alto nivel.

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Juan Pedro Quiñonero | corresponsal en parís

El apoyo del 77% de los franceses a una medida semejante solo es un indicador de tendencia, confirmado por numerosas entrevistas a pie de calle en emisiones de radio y televisión.

Por su parte, todos los partidos que pudieran formar parte o apoyar al nuevo gobierno francés, que debiera conocerse esta semana, han reaccionado «positivamente» al anuncio alemán, cuando no habían propuesto medidas semejantes durante las recientes campañas electorales, europea y nacional, la primavera pasada.

Michel Barnier, el nuevo primer ministro, conservador europeísta, declaró durante la toma de posesión de su cargo, días pasados: «El control de la inmigración de las fronteras será una de mis primeras prioridades. No podemos seguir soportando unas fronteras convertidas en coladores». Posición de principios que coincide muy mucho con las decisiones del gobierno alemán.

Los Republicanos (derecha tradicional), el partido de Barnier, llamado a formar parte del próximo gobierno francés, lleva muchos meses insistiendo en la necesidad de «más y mejores controles fronterizos».

Durante las recientes campañas electorales, la primavera pasada, Juntos por la República, el partido de Emmanuel Macron, defendió la creación de centros de retención de inmigrantes fuera de las fronteras nacionales y europeas. Proyecto paralelo y bastante semejante al de cierre de las fronteras anunciado en Alemania.

En el programa político de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, la inmigración es una «prioridad absoluta», proponiendo este tipo de medidas: «Supresión del derecho de suelo», «decisiones de urgencia inmediatas», «supresión de las ayudas…». Días pasados, tras conocerse la decisión alemana, Marine Le Pen se apresuró a pedir «medidas semejantes» en Francia.

El nuevo gobierno francés debiera formarse los próximos días. Su primer ministro todavía pudiera esperar, antes de presentar sus proyectos en la Asamblea Nacional (AN), donde deberá afrontar uno o varios votos de censura. Marine Le Pen apoyará o no apoyará al nuevo gobierno a la luz de sus proyectos esenciales, como el control de la inmigración.