El ultraderechista Wilders hace caer el Gobierno holandés que lideraba su partido

El primer ministro, Dick Schoof, que es una figura independiente, tachó la decisión del PVV de «irresponsable e innecesaria». En una breve rueda de prensa, Schoof anunció que presentaría la dimisión de su gabinete al Rey Guillermo Alejandro del que salen completamente los miembros del partido de Wilders mientras que «el resto del gabinete continuará en funciones», hasta la formación de un nuevo gobierno, muy probablemente después de las elecciones anticipadas.

La actitud de Wilders, que fue el ganador de las elecciones anticipadas de 2023 y que ya se convocaron de forma anticipada, también después de los problemas para enfocar una política de gestión de la inmigración, se atribuye a su pérdida de apoyo en las encuestas de opinión debido a la creciente frustración por la incapacidad del gabinete para avanzar. También puede haber influido el hecho de que él mismo no formaba parte del Gobierno.

Noticia Relacionada

Suiza rompe con la neutralidad y se rearma: «Rusia se prepara para una guerra importante»

Rosalía Sánchez

Según la prensa holandesa, la perspectiva de las nuevas elecciones no le es favorable, pero el panorama no permitía pensar que la situación podía mejorar para él en caso de mantener al gabinete de Schoof. De modo que la semana pasada intentó recuperar su impulso en una rueda de prensa improvisada, en la que pidió un nuevo paquete de medidas aún más duras en materia de inmigración y desafió a los demás partidos de la coalición para que lo aceptasen bajo la amenaza de que de otro modo el PVV se retiraría del Gobierno.

Los demás socios de la coalición -el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), el Nuevo Contrato Social (NSC) y el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB)-, en lugar de ceder a la presión de Wilders, devolvieron la pelota diciendo que la responsabilidad de implementar las medidas antiinmigración corresponde precisamente a un ministro del PVV, lo que ha obligado a Wilders a cumplir su amenaza.

Schoof dijo en su rueda de prensa que «el mandato otorgado por la sociedad a este gabinete fue abordar los problemas urgentes en los Países Bajos. Cuestiones relacionadas con la vivienda, la seguridad social, la seguridad pública, la migración y las emisiones contaminantes. En los últimos meses, el gabinete ha trabajado arduamente para implementar esos planes, pero cuando un partido carece de la voluntad de continuar, no se puede avanzar conjuntamente».

El ahora primer ministro en funciones dijo que había advertido repetidamente que permitir la caída del gabinete era innecesario y peligroso. «En los últimos días, les he dicho repetidamente a los líderes de los cuatro partidos que, en mi opinión, la caída del gabinete era innecesaria e irresponsable» porque el país «afronta grandes desafíos, tanto a nivel nacional como internacional».